Puebla requiere una transformación no sólo en lo físico sino también en el actuar para que deje de estar entre los últimos lugares en competitividad.
En esto no sólo se requiere de la participación del gobierno sino también de los sectores productivos, que ni siquiera han dicho esta boca es mía, están como siempre mirando y a la espera que otros actúen.
Sin embargo, el empresariado poblano parece no existir, sólo se medio ocupa de asuntos de índole nacional, que si bien repercuten en la entidad, definitivamente hay muchos aspectos locales de los que deberían preocuparse y ocuparse.
Ahora los organismos empresariales están más preocupados porque ya no tendrán recursos públicos para sus viajes a las exposiciones, en lugar de ocuparse en cómo enfocar mejor sus actividades para la promoción de sus empresas y productos; cómo ser más competitivos y como atraer proyectos de inversión.
Las megaobras proyectadas que transformarán la fisonomía de la ciudad se parecen como a lo que se hace en las vetustas casas del Centro Histórico, se arreglan fachadas aunque por dentro estén cuarteados los inmuebles o ni haya construcción interior.
Claro está que la mejora en competitividad no se logra por decreto ni de un día para otro, pero mientras no se tenga una estrategia será más que difícil conseguirla.
Modernización en la administración y organización de los negocios, capacitación efectiva -no simulada- del personal, arriesgarse a invertir; en suma salir de la zona de confort es lo que se necesita del sector productivo de Puebla, y ello puede empezar a hacerse sin que el gobierno intervenga, sobre todo si alrededor del 80 por ciento del PIB se genera en capital del estado.
Ojalá y los festejos por la Batalla de Puebla, no den pauta a recordar 150 años después las palabras que el propio general Ignacio Zaragoza pronunció en ese entonces de voltear los cañones en contra de la ciudad de Puebla, ante el nulo apoyo de los habitantes al ejército mexicano.
Poblanos en Recursos Humanos
Gregory Camacho Wardle es desde hace un mes presidente de la Federación Mexicana de Recursos Humanos (FMRH), organismo que agrupa a 22 asociaciones de RH en el país con una afiliación superior a las dos mil empresas.
El también secretario del Consejo Coordinador Empresarial tiene como objetivo que en las empresas se reproduzcan las mejores prácticas de trabajo, con controles internacionales y que permitan una buena operación de los negocios.
El personal de Recursos Humanos es fundamental para que exista un buen clima laboral en las empresas, con adecuada comunicación, manejo de valores, capacitación y el manejo de una amplia gama de aspectos que obliga a ver los intereses de los dos elementos clave en un negocio: los empleados y los directivos.
Es deseable que sean los propios directivos de RH que empiecen por un pequeño pero significativo cambio al interior de las empresas, eliminar el concepto de “personal de confianza” sólo para designar a los administrativos, ¿o qué, los técnicos, los obreros no son personas de confianza con todo y que sean los que trabajan cada día en las empresas?