El caso no es que VW se vaya de Puebla, como siempre tratan de “asustar” con este tipo de situaciones. Sino que por estrategia la automotriz alemana tiene en la mira -a mediano y largo plazo- descentralizar/diversificar sus operaciones.
Esto es lo que debe preocupar y ocupar a gobierno y a empresarios, en generar una oferta realmente atractiva que permita arraigar los planes de VW, desde infraestructura hasta proveeduría, y no necesariamente en los mismos terrenos de Cuautlancingo, quizás en alguna otra zona de Puebla.
El competidor en el futuro inmediato para la planta Puebla será la planta de Chatanooga, Estados Unidos; será ésta la que podría disputar los proyectos de los nuevos modelos. La planta de Silao, Guanajuato -recordemos- es la abastecedora de motores, Puebla y Chatanooga son las ensambladoras de los vehículos.
VW-Puebla prácticamente es la única empresa automotriz que tiene todo en un solo lugar y donde alberga a 11 mil 200 sindicalizados y 5 mil 200 administrativos.
Si vemos a GM -por ejemplo- tiene varias plantas en diversos lugares del país, que en conjunto suman también 11 mil 200 técnicos, cada planta tiene su sindicato pero todos afiliados a la CTM. A GM le es más fácil y práctico -relativamente- enfrentar un conflicto sindical o cualquier otra contingencia sin que se estrangulen las tres o cuatro plantas, caso contrario a lo que le ocurriría a VW.
De ahí que VW desde hace años considere la posibilidad de descentralizar actividades, no es reciente esta idea.
Así que son varios factores los que influyen en una negociación salarial, y más ahora cuando en la armadora alemana se tiene como punto de partida una demanda del 13% y como referente el aumento obtenido el año pasado de 6.09% directo al salario y 0.5% en prestaciones, el más alto de toda la industria automotriz en México.
En la industria automotriz en México, el Sindicato Independiente de Trabajadores de la Industria Automotriz Volkswagen (Sitiavw) es prácticamente el último en realizar la revisión salarial, porque la fecha de vencimiento del contrato es el 18 de agosto, así que ya hay un antecedente de lo alcanzado por los trabajadores de las empresas ensambladoras estadounidenses y asiáticas. Aunque, el sindicato de VW no lo toma en cuenta precisamente porque está lejos de lo que ya obtuvieron en 2010 y a lo que aspiran en este 2011.
Los incrementos salariales otorgados por las automotrices en México durante 2010 y 2011 son los siguientes:
No hay punto de comparación entre lo que desean los trabajadores de la empresa alemana y con el 5.0% que ya lograron trabajadores de otras empresas automotrices en el país.
Las condiciones que privan en la firma alemana son diferentes a las que enfrentan las estadounidenses o las asiáticas, pues guardadas las proporciones, las dos últimas deben remontar situaciones de crisis: la económica y la acompañada por desastres naturales.
En tanto que la alemana tiene un plan de trabajo perfectamente orientado a ser la mayor productora de la región y ampliar considerablemente su penetración en el mercado de Estados Unidos.
De hecho, si se toman en cuenta algunos elementos, VW está en el mejor momento de producción, con una meta para este año de 520 mil unidades. Entre enero y mayo de 2011 ensambló 196 mil 277 unidades, 26% más que el año pasado en el mismo periodo, y con lo que alcanzó ya el 37.2% de la producción programada para todo el año.
Además, su nivel de exportación es 22.3% más de lo registrado en los primeros cinco meses del año anterior.
Desde la perspectiva de volumen de producción, exportación y ventas VW México “goza de cabal salud” (diría la vox populi), pero existen otros factores que sindicato y empresa habrán de considerar para acordar el aumento salarial de este año.
Algunos analistas señalan que el incremento en la planta alemana al menos deberá ser igual al del año pasado o medio punto más para que realmente valga la pena la negociación y se refleje en el pago el nivel de productividad de la mano de obra local.
Pero, lo que no pueden afirmar industriales de otros sectores es que la mejora salarial en VW “es una presión” para otras fábricas que no tienen capacidad económica para dar un salario similar.
Si lo anterior fuera cierto, habría que preguntarle a esos dirigentes de organismos empresariales entonces porqué este año dieron 4.6% de aumento en el ramo textil o el 4.8% en el ramo químico-farmacéutico, cantidades similares a las 2010. Cifras realmente lejanas del 6.09% que lograron el año pasado los obreros de VW, y más cercanas al tope impuesto en el resto de los sectores industriales.