La lejanía, el costo de transportación al trabajo y escuelas y, en algunos casos, la falta de servicios básicos como la electrificación en desarrollos habitacionales que se construyen en la periferia de las grandes urbes, provoca que cientos de familias opten por adquirir un crédito hipotecario para la compra de vivienda usada.
“Es una tendencia que se ha observado en los últimos años en este sector, y así lo demuestra el aumento en la participación de este tipo de casas en los créditos hipotecarios”, dijo Adolfo Albo, economista en jefe de BBVA Bancomer para México.
En el análisis Situación Inmobiliaria en México, se explica que si se toma como referencia el número total de créditos que otorga el Infonavit, la participación del financiamiento para la adquisición de una vivienda usada en el país pasó, tan sólo en los últimos tres años, de 17% a 27%.
De acuerdo con el Plan Financiero 2011-2015, Innovar para Consolidar, del Infonavit, es necesario generar un mayor dinamismo del mercado de vivienda seminueva y usada. En 2010, añade, se financiaron 253 mil 572 créditos y subsidios para la compra de vivienda usada, lo que representa 32% del crédito otorgado para la modalidad de adquisición. Esta cifra, es 42% mayor al otorgado en 2009, donde se entregaron 178 mil 396 créditos y subsidios para vivienda.
En este sentido es posible prever que de los 2.5 millones de créditos que el organismo espera otorgar entre 2011 y 2015, según sus perspectivas, 675 mil financiamientos serían para adquirir una vivienda usada.
Diversos indicadores como el índice de Calidad de la Vivienda (Icavi) del instituto y encuestas realizada entre compradores, señalan que la vivienda usada posee mejores atributos tanto de materiales, espacios, ubicación y entorno que la vivienda nueva, “lo cual debe de ser una referencia para que los constructores privilegien en los proyectos de obra, las necesidades y preferencias de sus clientes”, dijo Albo.
En la última encuesta de evaluación realizada por el Infonavit entre sus derechohabitantes se encontró que la vivienda usada en términos comparativos presenta mejor calificación que la vivienda nueva: la calificación otorgada a la primera fue de 78, mientras que la segunda fue 10 puntos inferior.
La diferencia obedece a una mayor superficie habitable seguida de aspectos de ubicación como equipamiento, vialidad y transporte público.
Otro factor que puede explicar la compra de vivienda que no es nueva, es el precio y el incremento en la oferta, aunque el monto total del crédito que se otorga, según el programa de Esquemas de Financiamiento y Subsidio Federal para la Vivienda “Esta es tu Casa”, para nueva y usada es igual: para la vivienda nueva y usada horizontal el crédito va de 109 mil 111.68 a 232 mil 771.58 pesos, mientras que para vivienda vertical de 109 mil 111.68 hasta 287 mil 327.42 pesos.
Uno de los atributos de la vivienda usada es el hecho de que el porcentaje de desocupación es considerablemente menor que en la nueva: 9.9% frente a 27.6%.
Fuente: El Universal online