El hombre pensó: “Cargar peso, llevar la carretilla, sudar…¡noooo!…. ¡Oiga, mire, ya le dije que llevo 25 años sin trabajar, ¿No tiene algo más relajado?-
-La verdad, tengo aquí un trabajo de camarero, ¿Le interesa?-
-“Servir bebidas y no probarlas, lavar vasos, barrer, mover sillas, cargar cajas”… ¡Oiga y, ¿Algo un poquito más relax?-
-Bueno, tengo aquí algo de oficinista. –
-“Estar sentado 8 horas, dolor de riñones, fastidiar la vista delante del ordenador, papelones… ¡Oiga y, ¿alguna otra cosa?-
A lo cual contesta la oficinista con tono sarcástico:
-Sí, un trabajo de sexo y viajes-.
-Hmmmmm, suena bien, me interesa-
Perfecto pues, ¡métase su currículum por el asterisco y váyase volando a chingar a su madre!