Pasó otro loco y trató de abrir la puerta pero no pudo.
Mientras, el otro loco todavía seguía riéndose.
Al encargado, eso le llamó la atención y le pregunta al loco que se está riendo:
-¿Y tú? ¿Por qué te ríes?-
El loco contesta:
-Me río de esa bola de locos… ¡Todos quieren salir… jajaja… pero yo tengo las llaves!–