28-03-2024 02:00:39 AM

“El Presidente, El Ejercito y nosotros”

El Presidente:

Qué difícil es escuchar por parte de nuestras autoridades, cuando la sociedad se encuentra harta, asustada, preocupada y en muchos casos desinteresada y hasta desesperanzada por nuestra problemática nacional de violencia que se ha desatado en los últimos años y grita “ya basta”, que difícil, es que estas mismas autoridades nos respondan diciendo “que le digamos nosotros los ciudadanos ese ya basta a la delincuencia organizada”.

¿Que no son esas mismas personas que hoy tratan de “revirar la bola” hacia los gobernados los que tienen la obligación constitucional de defendernos y velar por nuestra seguridad?, ¿que no son ellos, los que por eso se postularon  a una posición de elección popular, para gobernar, servir y dar tranquilidad a nuestra nación?, entonces, ahora ¿por qué simple y sencillamente se desmarcan, se hacen a un lado y casi nos regañan por su desorientada posición real en esto que les ha dado por llamar “la Guerra contra la delincuencia”?.

Y digo que les ha dado por llamar Guerra contra la delincuencia porque si es así, entonces que la asuman como tal, solo que hay que recordar que en términos legales a nivel nacional e internacional, cuando una nación se encuentra en estado de guerra, entonces todo cambia y cambia para todos, incluso el status de los que dirigen al país y pueden ser enjuiciados de manera diferente por sus acciones.

Siempre he pensado, (y lo sigo haciendo) que si la mayoría de ciudadanos, ejerciendo su libertad de voto, en un país donde se pregona que la democracia existe, lo ejerció y decidió quienes serían sus autoridades, entonces, deberíamos de respetar esa decisión y apoyar a quienes ganaron respondiendo a nuestras obligaciones como mexicanos para poder exigir nuestros derechos, pero para ello, es importante que nuestras autoridades también cumplan con su parte que cumplan con sus deberes, con sus obligaciones.

Nos queda claro que la situación es difícil, y que tal y como lo expresa Federico Reyes Heroles en su comentario de la Ley de Seguridad Nacional, en donde  refiriéndose a la lucha contra la delincuencia organizada, expresa lo siguiente: “Una Forma Fácil y superficial de abordar el asunto, es pasarle la factura a Felipe Calderón. La Guerra, ahora Lucha, es de él, dicen algunos. Pero ¿Qué hubiera ocurrido si el Presidente  no toma la determinación Por ser asunto contrafactual?, pero por ahora nada indica que estaríamos mejor.”

Sr Presidente, sabemos que su misión y tarea no es fácil, pero no nos defraude con sus comentarios haciéndonos pensar que la mayoría se equivoco, cuando está usted al frente de una nación llena de digno pasado, orgullo en nuestro presente y esperanza y sobre todo rumbo en el futuro, no nos falle, “Que quede claro, el de las promesas fue usted y los de la esperanza somos nosotros”

El Ejército.

Tanto que se ha criticado con razón y sin ella a nuestro Ejército Mexicano, a ellos, que no son más que hermanos de sangre, raza y esperanza de todos los que aquí habitamos, a ellos, que cuando se han presentado situaciones difíciles en la lucha en que todos nos encontramos inmersos, o emergencias de todo tipo siempre están presentes, a ellos que siempre que se les requiere están ahí, cuando se les requiere y donde se les requiera, ellos actúan siempre, y aún así se les recrimina hagan bien o hagan mal, pero nadie quiere en realidad que se alejen de nosotros.

Muchas son las voces que gritan que el ejército se regrese a sus cuarteles, pero pocos son los que están sintiendo en carne propia la necesidad de el apoyo de nuestras fuerzas armadas, muchos son los que critican y pocos los que actúan, muchos los que desde el anonimato o desde la muchedumbre difusa lanza acusaciones  y pocos los que agradecen el esfuerzo y sacrificio, pocos los que piensan en los que la están pasando mal y las fuerzas armadas los están apoyando y muchos los que por pose lanzan acusaciones de lo que no entienden ni conocen, “se me hacen muuuuy largos pa huevos y muy redondos pa aguacates”(reza un dicho popular).

¿Que si hay errores…? ciertamente los tendrá que haber, somos humanos, pero que pasa cuando como en recientes fechas en Veracruz Puerto, las fuerzas armadas sostienen un encuentro contra sicarios de la delincuencia organizada y cumpliendo con su deber se enfrentan a estos a costa de sus vidas, como su misión y vocación lo marca y sale su misión completamente exitosa, sin un solo daño colateral tratándose de las vidas humanas de los civiles, ¿por qué no gritan ahora su acierto?.

¿Por que solo la voz del  Presidente Calderón, y la del Gobernador Duarte de Veracruz reconoce y agradece la labor de soldados y marinos?, ¿donde están aquellos que gritan solo cuando hay errores y no reconocen los aciertos, donde están aquellos que teniendo pluma, micrófono o cámara sólo denigran, no analizan y califican este acierto para que la gente lo oiga tan fuerte como sus derrotistas voces, cuando se hacen escuchar para que se pierda la esperanza en nuestras instituciones?.

¿Que hay de los estudiosos que analizan y sólo ven nubes, porque no anuncian también los rayos de sol, porque ese querer de separar a nuestras fuerzas armadas de nuestro colectivo social civil, como lo han hecho de nuestros policías, pero sobre todo de los primeros?.

Como me viene en este momento el comentario del Dr. Jorge Corrado en sus Anales UCALP 2006 que dice parafraseando a Tucidides:

“La Nación que marque una gran distancia entre sus soldados y sus estudiosos conseguirá que sus hijos sean educados por cobardes… y que sus guerras sean peleadas por estúpidos…”

Tucídides. Historiador y estratega griego, Siglo V a. C.

Y los mismo podría decirse de los policías y maestros responsables de su trabajo que los hay y por millares, a ellos a los enamorados de mi México… todos mis respetos y  mi admiración.

 

No dejemos que en México se nos divida, al contrario seamos cada vez más fuertes que las aves de mal agüero y los simuladores de mexicanos no nos desanimen a seguir creyendo en nuestra noble y gran nación.

Nosotros.

 

Pienso verdaderamente que no debemos dejarnos abatir, que el hecho de que tengamos en algunas partes del país conciudadanos que no estén orgullosos de ser mexicanos y escogieron la puerta falsa de la delincuencia, que existan gobernantes que no lo son y nunca lo serán, eso no indica que no haya quien si crea en nuestra tierra, el hecho que haya aprendices de funcionarios, no es condición para que no existan los que aman su municipio, su estado, su nación… nuestro México pues.

Que el mero despertarnos cada día, sea, independientemente de una bendición de dios, lo que determine también una garantía de un doble esfuerzo por nuestra parte, para que nuestro país cada día pueda ser más prospero, que cuando abrimos los ojos y vemos a nuestros hijos, padres o hermanos sintamos la responsabilidad que hacia ellos tenemos.

Que como ahora acertadamente, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos vuelve a dar el mensaje a nuestros niños y jóvenes de que “si bien tienen derechos, pues también es cierto que tienen deberes” y eso nos garantiza adultos responsables y no oportunistas carroñeros que solo ven para sí.

Pero sobre todo, que al salir a la calle lo podamos hacer con seguridad y tranquilidad y si esto no se pudiera, nos volvamos uno solo para luchar contra los que nos quieren quitar lo que por centurias nos legaron nuestros antepasados y entonces, con las armas de la educación, el valor, compromiso y el respeto, pero sobre todo, con el amor a nuestro México, hagamos cada uno lo que nos corresponde desde la trinchera que nos toco vivir, los maestros a enseñar, los médicos a curar, los gobernantes a hacerlo con la honestidad que prometieron, pero sobre todo vayamos todos con orgullo a trabajar por nuestra patria y nuestra libertad.

 

¿O no?

Juzgue usted

albertohidalgo@hotmail.com

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