Gobernar con humildad y no defraudar la esperanza del pueblo, pidió el Nuncio Apostólico en México, Christophe Pierre a los dos nuevos obispos auxiliares en Puebla, Eugenio Lira Rugarcía y Dagoberto Sosa Arriaga quienes en ceremonia litúrgica recibieron su nombramiento episcopal.
Ante más de 20 mil fieles católicos que abarrotaron el Centro Expositor ubicado en los Fuertes de Loreto y Guadalupe, el representante del Papa en México, dijo durante la homilía, que la encomienda para los dos nuevos obispos no será sencilla, aunque confió en que ambos lograrán fomentar la unidad y mantener viva la esperanza ante los tiempos difíciles, “la designación de un obispo suele suscitar muchas y variadas expectativas, no sólo en el Pueblo de Dios, sino también en la sociedad, porque del nuevo obispo se esperan, se aseveran, se vislumbran determinadas acciones, pero en realidad lo que en definitiva espera Cristo, la sociedad y el mundo es que, a semejanza de Jesús, el obispo sea el Buen Pastor”.
Para los fieles que provenían de municipios poblanos y de entidades vecinas como Tlaxcala, Morelos y Oaxaca no importó el calor ni la espera para ocupar un lugar en el recinto, sólo querían ser testigos de la ordenación de Lira Rugarcía y Sosa Arriaga quienes ataviados de la vestidura solemne recibieron del arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa las insignias episcopales: la mitra, el solideo, el báculo, la cruz pectoral y el anillo como símbolos del ministerio pastoral para ejercer la misión de enseñar y transmitir el evangelio, “y la búsqueda de las ovejas extraviadas”.
Por más de tres horas, entre cantos y alabanzas los fieles fijaron su mirada en los nuevos obispos quienes se comprometieron a seguir fortaleciendo la Iglesia, servir al pueblo y ejercer acciones para construir un mejor mundo, entre sus nuevas asignaciones contribuirán a la formación de seminaristas y realizar los preparativos de la nueva diócesis en la mixteca.
A la ceremonia histórica de Imposición de Manos –porque desde hace 41 años no se registraba una similar en la arquidiócesis poblana- también acudió el arzobispo emérito de Puebla, Rosendo Huesca; el cardenal Norberto Rivera y cerca de 300 ministros de la Iglesia Católica; aunque la invitación se hizo extensiva al mandatario estatal Rafael Moreno Valle y al presidente municipal Eduardo Rivera, no llegaron al recinto, sin embargo el Gobernador sí acudió a la comida que se celebró tras el acto litúrgico.
