07-05-2024 01:07:47 PM

Señores Diputados Locales

1.- Una “Ley de Continuidad de la Obra Pública, Programas y Proyectos”, encierra soluciones que nos permitirían como miembros de la Matria poblana solucionar de ahora y para siempre (si no llega una revolución antes),  diversos problemas:

1.1.- El congreso (si no los ofende) perdería su parroquianismo sujeto hasta ahora a la política partidaria electoral, catapultándolos al escenario legislativo nacional, pues esta ley se adelantaría a la lenta evolución social del país, el cual vive inmerso desde hace décadas entre la miseria de los chismes, dimes y diretes partidarios sin concretar  hasta ahora, ninguna propuesta de Salvación Nacional, cuando la violencia existente, la corrupción galopante  y la hambruna por venir, nos amenazan como nación y como país.

2.- Aniquilarían históricamente a la siempre creciente corrupción, donde cualquier funcionario del nivel que sea, disponiendo de los recursos a su antojo le da por contratar a sus favoritos o recomendados de sus pares: programas, proyectos, diagnósticos, estudios o análisis diversos, esperando obtener un porcentaje del costo.   Sean útiles o no lo sean para sus fines operativos.

3.- Esta normativa extinguiría para siempre la alta corrupción internacional.  La que se da  entre cuatro o cinco personas  que ante una supuesta carencia de ciencia, tecnología o experiencias en grandes proyectos, encarga el funcionario en turno  estudios a empresas de corte extranjero que cobrando en euros o dólares,  los realizan muchas veces con errores garrafales: confundiendo ciudades con pueblos, pueblos con cerros o depósitos de agua con montañas.

4.- La ley propuesta debe contemplar la organización de un centro de inteligencia, nómbrese como se nombre, donde se acopien todos y cada uno de los estudios realizados por todas y cada una de las áreas de gobierno, según lo marquen  sus programas anuales a realizar.

4.1.- Por modesta, pobre, o anacrónica que sea una administración, anualmente se presentan los programas a realizar del año siguiente.

Ahí se anotan con rigurosa precisión las pautas programáticas donde deberán estar previamente contemplados por la secretaría encargada de la evaluación, del seguimiento, y de la auditoría obligada:

Los programas, proyectos, análisis y estudios obligados.

Pongo dos ejemplos como apoyo:

E.1.- Hace once años 22 ayuntamientos necesitaban encargar unos programas de ordenamiento territorial que costaban  millones de pesos.   Gracias a un trabajador de base de una secretaría fueron encontrados no 22 sino 60 que se encontraban arrumbados en el archivo.   Habían sido realizados desde una década anterior con valor de cientos de miles de pesos.

E.2.-  Una dependencia hace años necesitaba datos sobre las 5 pobrezas poblanas, encargó al INEGI un estudio que costó seis millones de pesos.    Esos datos frescos, al día, se encontraban en una oficinita muy mal vestida de muebles, peor equipada de máquinas de cómputo y naturalmente  con un internet controlado.   No   hubo corrupción, no hubo derroche, pero se efectuó un gasto innecesario debido a la carencia de un centro de inteligencia.

5.-   La función  conjuntadora del centro de inteligencia no serviría nada sin la magia del internet.    Y este, tampoco sería útil si no se universalizara informativamente el centro de acopio.   Este tiene que elevarse a la página web correspondiente y difundir su existencia a todo mundo, para que este la usufructúe a su antojo, para fines académicos, comerciales, de negocios por simple curiosidad, o para atacar a los gobiernos.

5.2.- Nada podrán resolver llegado el caso si ustedes no reconocen la existencia  de los sabios, de los expertos, y de los centros de inteligencia locales.

5.3.- En Puebla sin importar sus gentilicios existen miles  de maestrías, doctorados, jubilados de gran expertex, y centros superiores de educación, que con agrado y más si fuese el servicio pagado, se encargarían de resolver los graves problemas poblanos, desde la soledad de sus despachos, aulas o laboratorios, eliminando para siempre la patrimonialización del poder que viene acompañándose invariablemente del dinero mal habido.

En otro orden de ideas, mi emplazamiento obedece a que tengo el privilegio por experiencia nacional e internacional, de conocer este molesto tema de la corrupción nacida por una pobre organización administrativa que impide que las mejores mujeres y hombres  puedan meter el hombro para crear un país de meritocracia.   Donde los seres puedan vivir en una franca armonía, sin violencia, sin corrupción, bajo esquemas culturales, religiosos, deportivos y de distracción sana y oportuna.

Aún más, soy mexicano y uso mis derechos constitucionales como bien me parezca.

Respetuosamente.

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