19-04-2024 03:31:29 PM

La experiencia de la madurez

La reina mala,  envidiosa de mis encantos, me convirtió en rana, pero si me das un beso, volveré a ser quien era y te daré todos los goces y deleites que mi voluptuoso temperamento y mi ardiente concupiscencia pueden producir-.

El hombre levanta la rana y se la echa en el bolsillo.

Asoma la ranita la cabeza y le pregunta muy desconcertada:

-¿Qué? ¿No me vas a besar?-

-¡ No!-  Respondió el hombre- A mi edad es más divertido tener una rana que habla, que una pinche vieja loca y maniática sexual –

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