Ante la promesa de detonar el desarrollo económico en el estado que el gobierno de Rafael Moreno Valle lleva como bandera, surge la esperanza para los egresados de las muchas universidades poblanas.
‘Al fin se tendrán trabajos de altura, bien pagados y correspondientes a lo que se estudió’, es lo que todos los jóvenes y profesionistas – también los que ya cuentan con algo de experiencia laboral-, esperan.
La promesa es excelente y la esperanza renace. Pero la pregunta del millón prevalece: los profesionistas que cubran las plazas de empleo que se crearán… ¿serán poblanos?
O mejor aún… ¿los puestos de decisión, los altos mandos, serán poblanos?
La tentación de importar talentos, tanto del extranjero como –sobre todo- del Distrito Federal, es inminente, ante el perfil que la actual administración mantiene en cuanto a preparación en universidades privadas y con grados más allá de la licenciatura.
Y no sólo las contrataciones para el servicio público, sino las plazas que se abrirán en las empresas, con las posibles inversiones que según el nuevo gobierno, se llevarán a cabo en la entidad.
Asimismo, es una característica del poblano, apreciar mucho más lo que viene de fuera, que lo que se produce en casa.
El poblano es poco fiel en este sentido y no es tan comprometido como por ejemplo, la gente del sur o de Veracruz, por ejemplo. Simplemente se puede ver en actividades tan banales como en los aplausos a un compositor en un bar en el puerto jarocho, mientras que en Puebla parece que aplaudir, implica un ‘oso’ o un ridículo social.
Si la contratación de fuereños llegara a imperar en el futuro poblano, pudiera también verse implicado el factor de la preparación de los poblanos, que a su vez se relaciona con varias cuestiones.
Entre ellas, la poca experiencia laboral, el bajo nivel académico de algunas instituciones, las escasas actividades extracurriculares y hasta la actitud de algunos egresados que, sin mucho que ofrecer, terminan la carrera queriendo ganar miles de pesos y en un puesto directivo o gerencial.
Así, veremos si los índices de desempleo en Puebla disminuyen considerablemente o sólo mueven un poco la aguja. Pero lo que urge en realidad es la atención al tema del empleo, ya que las autoridades federales nos han defraudado.