22-11-2024 06:35:25 PM

Carta a mi hijo

A MI HIJO:

Si hijo,  soy policía… mi trabajo es modesto… tu lo sabes y apenas nos da para vivir, pero dentro de su modestia tiene mucha satisfacciones, somos los malos de una sociedad que nos necesita y tan mal que nos paga; pero créeme hijo, da gusto servir a los demás y nos sentimos importantes cuando salvamos una vida o protegemos a un inocente.

Nuestra profesión es ingrata, todos nos arrojan ofensas e insultos cuando cumplimos con nuestro deber, todos quisieran que la ley se cumpliera solo para los demás y no para ellos, la gente nos humilla cuando  nos ofrece una dadiva para que no cumplamos con nuestro deber y si lo aceptamos nos dicen deshonestos, tu sabes amado hijo, que cuando salgo de la casa no se si  volveré a verte, porque nuestro trabajo es de riesgo constante en donde va la vida de por medio;  así es, a veces tenemos que morir defendiendo la vida y la propiedad  ajena, mientras tu me esperas inútilmente para darme ese beso que a diario me das de bienvenida, y entonces hijo,  me duele decírtelo pero, ya no volverás a verme porque habré entregado mi vida por una ingrata sociedad que tanto nos exige y nada nos da y que ni siquiera es capaz de pedir que nos retribuyan con un sueldo o prestaciones  decorosas para que tu  y  los hijos de todos los policías  puedan estudiar una carrera que les ayude a servir orgullosamente a los demás, como lo hago yo…

Si  a veces no te veo,  porque en este ingrato, pero emocionante trabajo no tenemos horarios, pues ya que si bien  es cierto, deberíamos trabajar solo nuestro turno, pero a veces por una necesidad del servicio, nos doblamos en horario de trabajo, entonces, lo siento hijo, pero nosotros nunca decimos que no cuando sabemos que otros nos necesitan para su seguridad, porque bien es cierto que cuando la sociedad descansa o duerme, nosotros estamos de pie y vigilando.

Es entonces que  quisiera poder estar a tu lado, velando tus sueños, mirándote crecer, sonriendo conmigo, pero me conformo con verte de vez en cuando; de todas maneras siempre estoy contigo, pensando en ti porque nunca te olvido; ahora, estudio para ser mejor policía y eso también me impide verte  mas tiempo, perdóname  hijo,  me gusta ser policía y  lucho  con mis compañeros porque  tu y otros niños, jóvenes y adultos, se puedan desarrollar  con  seguridad  y puedan  caminar  por la calle y  llegar a la escuela libre de sobresaltos y miedo, para eso estoy aquí, por eso soy policía, no importa que todos nos ataquen y que la gente nos acuse de golpear o matar.

Si supieras querido hijo mío, con que clase de gente nos enfrentamos diariamente, drogadictos, borrachos, asesinos e influyentes, todos ellos irrespetuosos y agresivos, y nosotros tenemos que tratar a todos como gente de bien en verdad, sin embargo a nosotros nos tratan con denostamientos, con menosprecios y muchas veces arrollando nuestra dignidad.

Esto es lo que más nos lastima y nos humilla, que no sepan y no se den cuenta, que también somos seres humanos, y que nos duelen los insultos y las agresiones  y….“demonios”, que crean que estamos obligados a aguantar todo porque somos policías que solo no nos olvida dios; hijo mío, quiero que comprendas y que sepas que por ser policía no puedo atenderte como lo  mereces y  darte lo que necesitas.

Hoy; solo puedo dejarte como herencia:

mi honor, mi orgullo y mi dignidad de hombre.

Recibe un  abrazo con mucho cariño y con el, todo mi corazón.

ATENTAMENTE:

TU  PADRE. . . . . . . . . . .

UN   POLICIA ,  ORGULLOSO DE SU PROFESION.

Anónimo

¿O no?

Juzgue Usted

albertohidalgo@hotmail.com

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