En su declaración de apertura dirigida a los líderes del mundo en la Reunión de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre los objetivos de desarrollo del milenio (ODM), el presidente del Grupo del Banco Mundial, Robert B. Zoellick, expresó que “Los objetivos de desarrollo del milenio son fundamentales para la misión del Grupo del Banco Mundial y la labor cotidiana que cumple. Desde el año 2000, el financiamiento de la AIF ha ayudado a salvar 13 millones de vidas”.
Suscriptos en el año 2000, los objetivos comprometen a los países en desarrollo, donantes y otros agentes a eliminar la extrema pobreza y el hambre y a mejorar considerablemente el bienestar económico y humano de las personas pobres en todo el mundo antes de fines de 2015.
Zoellick manifestó que: “Al examinar en las Naciones Unidas los avances logrados en la década pasada en materia de los ODM, también debemos mirar más allá de los números, así como lo que éstos encierran, para ver qué podemos aprender de ellos. Debemos invertir en lo que da buenos resultados y corregir o dar por terminado lo que no es eficaz. Debemos trabajar con los países en desarrollo como clientes, no como modelos de desarrollo tomados de libros de texto. Debemos ayudarlos a solucionar problemas y no a poner teorías a prueba”.
Lograr los ODM no es tan sólo un desafío para los países más pobres, el 70 por ciento de los pobres del mundo vive en países de ingreso mediano.
En las tres últimas décadas, las economías en desarrollo y emergentes hicieron avances para superar la pobreza. En 1981, el 52 por ciento de las personas que habitaban en los países en desarrollo vivían en la extrema pobreza, y dicha proporción se había reducido antes de fines de 2005.
Los esfuerzos realizados por los países en desarrollo fueron fructíferos hasta el momento de desencadenarse la crisis, y la pobreza se había reducido pronunciadamente en Asia oriental, América Latina y Europa oriental y central.
Desde 2008, el golpe triple de la crisis financiera, de los alimentos y los combustibles ha desacelerado, e incluso invertido, los avances logrados con miras a alcanzar los ODM en muchos países del mundo.
Según estimaciones del Banco Mundial, en 2010 hubo 64 millones de personas más que viven en la extrema pobreza y unos 40 millones más de personas padecieron hambre el año pasado como consecuencia de la crisis.
El Banco Mundial se centraría en el “programa de acceso” para ayudar a asegurar el acceso a servicios de salud básica, escolaridad de buena calidad, agua potable, energía, alimentos y empleos, y tendría en cuenta no sólo los números, sino la calidad de los servicios.
El Banco Mundial aumentaría sus inversiones sin interés en la enseñanza básica en otros US$750 millones para centrarse en países, especialmente de África al sur del Sahara, que no están bien encaminados para alcanzar los ODM relacionados con la educación antes de fines de 2015.
En materia de salud, el Banco Mundial ampliará el alcance de sus programas de salud basados en los resultados en más de US$600 millones hasta 2015, y se centrará en 35 países, especialmente de Asia oriental, Asia meridional y África al sur del Sahara, que encaran problemas para alcanzar sus ODM debido a la elevada tasa de fecundidad, la mala nutrición materno infantil y las elevadas tasas de enfermedades materno infantiles.