Los sorpresivos resultados del Censo de Población 2010 deberían obligar a gobiernos (federal y estatales) a definir sus políticas públicas o replantearlas (si las tienen) para que los presupuestos aprobados, respectivamente, tengan un buen rendimiento, de lo contrario resultará más de lo mismo, en medio de una economía que no reacciona.
Y es que la proyección que habían hecho los especialistas, empezando por el Inegi, para este 2010 México tendría menos de los 110 millones de habitantes, y resulta que somos 112.3 millones de mexicanos, y en el caso de Puebla cerca de los seis millones.
Los datos resultan preocupantes, máxime cuando la OCDE señala que en México fue el país donde creció más la pobreza.
En el caso del estado de Puebla, el próximo gobierno de Rafael Moreno Valle tendrá que hacer efectiva administración de los recursos si pretende cumplir todas sus promesas de campaña, empezando por combatir la pobreza, sacar al estado de los primeros lugares de marginación.
Un simple ejercicio arroja que del millonario presupuesto 2011 asignado a Puebla por 53.6 mil millones de pesos le tocarían 9 mil 284.81 pesos a cada poblano.
Ese gasto tendrá que reflejarse en carreteras, agua potable y drenaje, vivienda, luz, salud, educación y empleo, entre otros aspectos.
La inversión pública que, teóricamente, debe hacer el gobierno por cada habitante resulta 20.7 por ciento más de lo que percibe mensualmente una persona que trabaja; es decir el ingreso mensual de los poblanos es de 4 mil 484 pesos, cifra menor al promedio nacional que es de 6 mil 625 pesos.
En la última década la población en el estado creció en más de un millón de habitantes.
Lo anterior puede obedecer a que la expectativa de vida es mayor a los 75 años, a que hubo menos emigrantes en estos años y a que regresaron más connacionales; porque al menos la tasa de natalidad se mantiene casi en los mismos niveles de casi 2 hijos por mujer.
El presupuesto de egresos para Puebla es el mayor en toda su historia, y eso que iban por 60 mil millones, pero los diputados negaron más dinero así que dejaron fuera varios proyectos de infraestructura que había presentado el futuro gobernador.
Bajo tales circunstancias, el presupuesto estatal deberá rendir al máximo; habrá que hacer varios reajustes en el gasto corriente y, si como lo ofrecieron en campaña, combatir la corrupción que es donde más se pierden recursos.
Las características socioeconómicas del estado no corresponden a lo que cada año arroja de Producto Interno Bruto, que lo colocan como la octava economía del país.
La actividad económica básicamente se genera en la zona metropolitana de Puebla, ya que se basa en el sector terciario, en tanto que buena parte del empleo y la derrama económica es producto del sector automotriz y de autopartes.
De ahí que el resto del estado difícilmente avanza, por lo que ocupa primeros lugares a nivel nacional en marginación, analfabetismo, baja cobertura de servicios de salud, alta mortandad infantil y materna.
Así que el gobierno de Moreno Valle tendrá que hacer rendir al máximo esos 9.2 mil pesos por habitante, si no quiere que se haga realidad su frase de campaña: ?Cumplo o me voy?.
