Salvador Novo cuya fama de intelectual orgánico (y no orgánico) no está sujeta a discusión. Brilló culturalmente en su tiempo como cronista de la ciudad de México, micro-historiador, publicista, poeta, literato y gran cocinero; dejo de lado su proclividad sexual (vista como anti-natural en esos días cuando hayan sido) y su faceta como descubridor de estrellas o padrino de las mismas.
En el campo de la literatura creó entre otras obras diversos ensayos sobre vocablos muy nacionales. Uno diserta sobre ?el cabrón?; otro sobre ?el carajo?; uno mas sobre las putas o pupilas, pero donde brilla su genialidad es en el que trata sobre el origen ?de la chingada?.
Afirma en este último discurso (de discurrire-pensare) que por la época colonial la nao proveniente de China era sumamente esperada por los grupos dominantes y las referencias a la misma eran muy usuales.
Así nació una expresión para ofender:
a).- ?Vete a la China?. Naturalmente por ser el lugar en esos días más distante para los peninsulares y criollos.
b).- ?Vete a la China en la nao?. Por ser el vehículo obligado, toda vez que no había tránsito aéreo.
c).- ?Vete a la chinao?. Ya como síntesis de una palabra compuesta.
?La chingada? va a nacer, por un proceso que no fenómeno lingüístico denominado Eufonía.
Uso este prólogo para no asustar al lector timorato, ritualista o inculto que pueda asustarse con el título de este escrito.
Bill Clinton, Felipe González y Ronald Reagan saben algo sobre encuestas.
El primero ha dicho: ?Las encuestas no mienten, mienten los mentirosos que mandamos a levantarlas?.
El líder español fue mas profundo ?hay tanta ignorancia en la Demoscopía que los ignorantes confunden presencia con intención, o intención con compromiso?.
Reagan fue mas claro: ?Todas las encuestas, hasta las de las aldeas de Topeka y de Falfurrias en Texas, decían que no sería re-elegido. Pues bien: fui reelegido a bajo costo y sin gran esfuerzo?.
Estos conceptos de hombres tan probados en elecciones admitieron que los servicios de medición mercadológica, son útiles para:
a).- Introducir la existencia de un producto.
b).- Ofertarlo en el mercado universal.
c).- Promoverlo en venta.
Pero no renunciaron a sus plataformas de trabajo; a los esfuerzos de todos y cada uno de sus seguidores y a su alta responsabilidad como líderes.
Cada minuto, cada instante recorrían dos de ellos los EEUU, y el otro España, para estar cerca de sus electores entusiasmándolos en la lucha social pues conocen los ejercicios estadísticos, pero desconfían de ellos, pues los $negocios o $empresas mercadológicas se atienen (con honrosas excepciones) al éxito de sus intereses alejados de comportamientos éticos.
Las elecciones las ganaremos con holgada comodidad los priistas por diversas razones:
R.1.- Tenemos como candidatos a regidores, síndicos y presidentes municipales a un par de miles de priistas que fueron preparados en la escuela de cuadros.
R.2.- Poseemos mayoritariamente centros de militantes y activistas moviéndose políticamente por todo su territorio.
R.3.- Hemos propuesto como partido un buen programa de trabajo.
R.4.- Y ofrecemos la continuidad del desarrollo capitalista emprendido por el actual gobierno concretando el éxito de la Célula, del Centro Expositor Internacional, de los invernaderos, de la ganadería de traspatio, de mejores caminos interiores, y del mejoramiento de la salud y de la educación.
Tenemos en contra:
T.1.- A los desertores, a los infidentes y a los disidentes, afortunadamente nadie, ni su familia marcha atrás de ellos.
T.2.- Nuestros competidores tienen a su disposición los recursos $$$$ de la renta petrolera, los impuestos federales, así como las cuotas de una masa de enseñantes sometida a una lideresa que disfruta ampliamente del ejercicio del poder.
T.3.- La inconsciencia de algunos grupos de clase media enfermos de desear lo que tienen grupos económicos superiores, y frustrados por su mediocridad.
Las elecciones en cualquier país no las gana el más dotado en rangos académicos, en México hay un millón de jóvenes universitarios y politécnicos desempleados ahora y en el futuro.
No las gana un modelo racial determinado, ni la apostura física o la impostación de voz, cuando la brutal mayoría nacional tenemos o tendremos tarde que temprano cuerpo de chile relleno o de tamal envuelto gracias a nuestra ascendencia nórdica.
Las elecciones las ganará cualquier aspirante a gobernador, diputado o alcalde que presente un programa coherente de trabajo y que convenza a la sociedad para hacerlo. López Zavala lo hace diariamente desde hace años.
