1.- El 5 de Mayo de 1862 se libró en Puebla, concretamente en la geografía de Loreto y Guadalupe la batalla entre el Ejército Republicano (cuyo comandante en jefe se llamaba Benito Pablo Juárez García), y el ejército francés-belga, enviado por Napoleón el III (conocido también como Napoleón el pequeño). El cuerpo invasor estaba apoyado naturalmente por los conservadores del siglo XIX, todos ellos propietarios, sacerdotes judeo-occidentales-cristianos-católicos-apostólicos y romanos, y uno que otro buen decidor de palabras, uno que otro buen enhebrador de palabras escritas y eso sí: Extraordinarios generales.
2.- Al pardear la tarde del día de la mutua matanza de liberales contra conservadores, el general Ignacio Zaragoza rinde el parte de guerra, informando sobre la victoria de los liberales mexicanos, reconociendo el valor de las tropas franco-belga-mexicanas, así como la torpeza incalificable de su alta oficialidad.
3.- Los ignorantes de la demo-socio-antropo y economía de esos días reducen la heroica victoria, a un simple retraso de la implantación del Imperio de Maximiliano de Hapsburgo.
4.- Para los historiadores la Batalla del 5 de Mayo en Puebla representó la decisión, el coraje, la creatividad y la imaginación de un pueblo decidido a crearse una nacionalidad autónoma e independiente.
5.- Este 5 de Mayo el desfile estuvo presidido por el Ejecutivo Estatal que fungió como anfitrión del Ejecutivo Federal, que a la vez encarna la comandancia en jefatura del actual ejército republicano.
6.- El alto invitado se retiró de la mesa en el momento que lo creyó pertinente. Previa escucha del parte castrense rendido por el oficial a cargo.
Señor Presidente, tenga nuestra comprensión, Puebla entidad republicana, autónoma e independiente es miembro del Pacto Federal del cual es Usted Soberano Titular, no es ínsula ni planeta aparte, los problemas mexicanos son nuestros problemas. La poblanidad y su gobierno trabajan diariamente para resolverlos.
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15/V/2010