Visitador Adscrito a la Secretaría Técnica Ejecutiva de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Puebla
La defensa de cualquier derecho inicia por su conocimiento. Si los ignoramos, si no tenemos idea, no podemos defenderlos; en muchas de las ocasiones discutimos sin tener conocimiento de lo que queremos, sentimos y pensamos, simplemente la vida nos va llevando y vamos realizando cada uno de nuestros actos por ensayo y error, sin percatarnos y planear lo que queremos, lo cual es muy lamentable. Por ello para evitar errores, es necesario tener pleno conocimiento de lo que hacemos y una herramienta valiosa es la educación.
La educación nos brinda un amplio campo de posibilidades, que tiene como fin potenciar el desarrollo del ser humano. Dilthey señala que la educación es una actividad planeada, mediante el cual los adultos tratan de formar la vida de los seres en desarrollo. García Yagûé considera que la educación es la actividad que ayuda a los seres que entran en relación, a interpretar de forma coherente y profunda la existencia, a integrarse eficientemente en ella y a superar la lucha por mantener el equilibrio, la unidad y los fines personales ante un contorno exigente y desordenado. Es importante considerar que la educación debe ser reconocida como un proceso por medio del cual los seres humanos podemos alcanzar nuestro potencial, pero ante todo es un derecho fundamental.
Por otra parte nuestro artículo tercero constitucional señala algunas consideraciones respecto de la educación. Advierte que debe buscar desarrollar todas las facultades del ser humano; fomentar el amor a la patria; la conciencia de solidaridad internacional en la independencia y en la justicia; debe ser laica; basada en el resultado del conocimiento científico; democrática; considerada como un sistema de vida en la búsqueda permanente del mejoramiento económico, social y cultural. Establecer la convivencia humana; robustecer en el educando el aprecio a la dignidad; la integridad de la familia; además de la convicción del interés general de la sociedad; y sustentar los ideales de fraternidad e igualdad de derechos de todos los hombres, evitando los privilegios de razas, religión, grupos, de sexos o de individuos.
En la Ley General de Educación se señala que esta es un medio fundamental para adquirir, transmitir y acrecentar la cultura; se considera un proceso permanente que contribuye al desarrollo del individuo y a la transformación de la sociedad, y es factor determinante para la adquisición de conocimientos y para formar al hombre de manera que tenga sentido de solidaridad social.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos al atender a la educación indica que toda persona tiene derecho a esta. Debe ser gratuita, al menos en lo concerniente a la instrucción elemental y fundamental, la cual será obligatoria, además que la instrucción técnica y profesional habrá de ser generalizada; el acceso a los estudios superiores será igual para todos, en función de los méritos respectivos. Precisa que tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales; favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los grupos étnicos o religiosos, y promoverá el desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz, y además los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos.
Cabe mencionar que el trabajo que realizan las Comisiones de Derechos Humanos se orienta a la defensa jurídica, difusión y capacitación de los derechos del ser humano. Esta labor constituye un freno a los abusos de poder de los servidores públicos, busca el respeto irrestricto a la dignidad del ser humano a través de los ejes que conforman su actividad medular. Estas tareas tienen que ser preocupación constante de todos los involucrados e interesados en la educación sin demeritar cualquiera de ellas. Algunos autores consideran que el desafío es educar a los jóvenes en la participación, la justicia, la solidaridad, al compromiso individual y social para el desarrollo humano, a hacerse sujetos activos de la ciudadanía responsable, es decir una ciudadanía universal.
Abraham Magadenzo considera que la educación en derechos humanos tiene como propósito el empoderar a las personas para que sean sujetos de derecho. Que debe proporcionar a los estudiantes poder y control sobre su propio aprendizaje. Debe ser considerada como una educación ética y política, considera que el aprendizaje es una parte de la vida, antes que algo separado de otras partes de la vida e irrelevante para ellas. Está vinculada con los grandes problemas que sufre la sociedad, por ejemplo: pobreza; democracias frágiles e inestables; injusticia social; violencia; racismo; discriminación e intolerancia contra las mujeres, los homosexuales y las lesbianas; impunidad y corrupción. Debe fortalecer las habilidades de los estudiantes para que puedan identificar, analizar y ofrecer soluciones a estas cuestiones, que sean acordes con la ética de los derechos humanos, y para que tengan las habilidades para demandar, negociar y actuar.
La educación sobre los derechos humanos es imprescindible para la promoción y el respeto de los mismos. Sólo un pueblo que conoce y entiende sus derechos, sabrá exigir su respeto y se comprometerá a luchar por ellos. De tal manera que educar en derechos humanos se encuentra ligado indiscutiblemente a buscar en el ser humano potenciar su desarrollo y por lo tanto su defensa para mejorar la calidad de vida que todos merecemos, el que ignore o haga caso omiso de esta situación atentará contra un derecho básico, al desarrollo social, particular, cambio de actitudes, la construcción de una democracia, cambios sociales, las relaciones interpersonales, al desarrollo familiar, con los demás miembros de la sociedad, las relaciones entre particulares y el Gobierno, la aceptación de diferencias, la mediación, responsabilidad, la transformación social entre muchos otros aspectos que se encuentran interrelacionados con el bienestar del ser humano.
Algunas universidades han considerado de vital importancia la educación en derechos humanos. Algunas han generado maestrías, diplomados, cursos y han colaborado en la creación y consolidación de una cultura de respeto y protección en todos los ámbitos de la vida social; consideran además estar convencidos de la formación de profesionistas responsables y conscientes, es una de las mejores apuestas que pueden hacer al futuro, además consideran que con estas acciones buscan privilegiar la reflexión hacia y desde la persona, además de la consolidación de una democracia profunda y respetuosa desde y en la diversidad, respetuosa de la dignidad humana. Es necesario que esta apuesta sea multiplicada si no todas, si por la mayoría de las instituciones educativas.
Si se continúa y se intensifica el trabajo educativo en derechos humanos se estará propiciando a la formación de una población crítica, ética y creativa en la defensa de los derechos humanos. De igual forma con estas acciones tendría por objeto frenar y poner límites al abuso de autoridad y obligar a los funcionarios públicos que cumplan con el papel importante y preponderante que les fue conferido, buscando el respeto al estado de derecho.