Las elecciones han pasado y la resaca de la euforia no cesa. Parece que la batalla terminó y que no hay otra cosa más que nos convoque, que festinar y seguir festinando. A muchos se les olvida que la verdadera batalla política esta por venir.
Las elecciones han pasado y la resaca de la euforia no cesa. Parece que la batalla terminó y que no hay otra cosa más que nos convoque, que festinar y seguir festinando. A muchos se les olvida que la verdadera batalla política esta por venir.