Productos como el ajo y la espirulina, podrían ser utilizados como antioxidantes naturales para formular terapéuticas complementarias que disminuyan el daño motor y los movimientos involuntarios que aquejan a los enfermos de Parkinson.
Productos como el ajo y la espirulina, podrían ser utilizados como antioxidantes naturales para formular terapéuticas complementarias que disminuyan el daño motor y los movimientos involuntarios que aquejan a los enfermos de Parkinson.