22-11-2024 12:28:56 PM

Hinojosa, bastión ¿involuntario? del PRI

Hace ya 14 años, hizo historia en la política local al convertirse en el primer presidente municipal de la capital, que pertenecía a un partido político diferente al PRI.

A pesar de que el tricolor mostraba ya signos muy claros de la descomposición que anunciaba la inminente muerte del régimen de partido único, en Puebla se vivía una realidad distinta con un gobierno que ejercía un férreo control en lo político y en lo social bajo la batuta de Manuel Bartlett.

Aún así y a pesar de los deseos del dinosaurio, Gabriel Hinojosa tuvo la oportunidad de enseñarnos una forma distinta de gobernar.

Hoy, las cosas son distintas.

Hinojosa se ha convertido en los hechos en uno de los mayores promotores del PRI de cara al proceso electoral federal del 5 de julio.

¿El pretexto?

El movimiento ciudadano que encabeza y que tiene como bandera el invitar a los ciudadanos a anular el voto, tachando en la boleta todas las opciones que ahí aparecen, juega en los hechos como un aliado muy importante para las aspiraciones electorales del tricolor.

Si bien la medida responde antes que nada a los intereses particulares del ex panista y son el resultado inmediato de la decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación de impedir que en nuestro país pudieran aprobarse las candidaturas ciudadanas, el hecho de que se promueva esta forma de abstención, le conviene a un partido que en las urnas depende únicamente de su voto duro.

Si de por sí se espera un nivel de participación especialmente bajo en esta contienda, el hecho de que además se anulen votos de los pocos que acudirán a las urnas en poco menos de un mes, minimiza la incidencia real que en el resultado final pudieran tener los sufragios de la llamada “sociedad civil”, esa que por definición, nunca o casi nunca vota por el PRI.

De esta manera, la lucha real por las posiciones que estarán en juego en esa elección será entre estructuras partidistas y se definirá en función de su capacidad de movilización y operación electoral.
Nada más.

El ex alcalde, es claro, en su afán de lograr las candidaturas ciudadanas, pierde de vista que su retrógrada invitación a anular el voto minimiza la lucha que por décadas llevaron a cabo miles de ciudadanos, entre ellos su propio padre, para que en este país por fin se tuvieran procesos electorales que organizáramos los ciudadanos, al margen del gobierno, que permitieran la competitividad entre partidos y cuyo resultado reflejara la voluntad de la mayoría expresada en las urnas.

¿Qué más antidemocrático que esto?

Por si fuera poco y ya de paso, Gabriel se convierte en aliado de facto de un partido que representa no sólo lo que tanto criticó, sino lo que ahora tanto defiende con su movimiento G2G.

Nadie sabe para quien trabaja.

¿O en este caso sí?

latempestad@statuspuebla.com.mx

 

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