22-11-2024 07:09:34 AM

Influenza, el gran elector

¿Quién piensa en elecciones en este momento de emergencia sanitaria?

¿Qué lugar real cree usted que ocupe la política en la lista de prioridades de los mexicanos?

Nadie, o casi nadie se percató siquiera del inicio oficial de las campañas electorales rumbo al proceso del 5 de julio.

Y es que, a muy pocos realmente les importa.

La epidemia de influenza, esa que cambió de súbito la vida diaria de millones de mexicanos, no sólo  es el único tema del que se habla ahora en México y del que se hablará en los próximos meses, sino que a la par se convirtió en un factor que modificó radicalmente la manera en la cual elegiremos a nuestros representantes populares.

De entrada, las restricciones para los candidatos.

Se acabaron los actos masivos de campaña, los saludos convenencieros, el patético besamanos, los hipócritas abrazos del caguamo y la insultante entrega de despensas, electrodomésticos o materiales para la construcción a cambio de votos.

Quienes aspiren a ganar su distrito tendrán que echar mano de la creatividad para convencernos de que efectivamente son la mejor opción.

Sí, es obvio que es mucho pedirles pero en los hechos no les va a quedar de otra.

Los tiempos en medios electrónicos que los candidatos podrán contratar con sus propios recursos sufrieron un recorte importante que no se modificará ante la contingencia, también parte de los tiempos oficiales destinados al uso de partidos y candidatos tuvieron que ser “donados” a la Secretaría de Salud para emitir, una y otra vez, las recomendaciones y restricciones correspondientes ante el brote de influenza humana.

Algunos ya empiezan a acatarrarnos con mensajes de texto en teléfonos celulares y demás dispositivos móviles, otros de plano realizan llamadas a casas y oficinas para “vendernos” las bondades de su oferta legislativa utilizando largas, sosas, aburridas grabaciones en donde una mujer con voz de teibolera lo invitará a votar por tal o cual partido.

Terrible ¿no cree?

Sin embargo, más allá de los cambios de “forma” que se inaugurarán en este proceso federal, lo cierto es que las restricciones aprobadas por las autoridades en la materia tendrán beneficios concretos y consecuencias terribles para los partidos participantes.

Si bien podría parecer a simple vista que la restricción de realizar actos masivos podría afectar severamente al PRI, lo cierto es que esos eventos jamás tienen la intención de captar nuevos votantes, sino de reafirmar a seccionales y sectores que de por sí simpatizan o son miembros del Revolucionario Institucional.

En contraparte,  son los panistas quienes desde años han perfeccionado un muy efectivo esquema de realización de actos de campaña, que tiene como principal objetivo el captar el llamado voto swinger, es decir, el que definitivamente no votaría por, en este caso el PRI, pero que todavía no decide el sentido de su sufragio y que tendrá que redefinirse en este contexto.

¿Visitas casa por casa?

Sí, en el discurso suena muy romántico, pero en los hechos no sirven para aumentar radicalmente el número de votos potenciales a obtener en una elección.

Entonces, al final, quedan dos factores fundamentales que se conjugarán para determinar quién podría beneficiarse de las condiciones en las que se desarrollarán las campañas electorales: un muy alto abstencionismo y una lucha electoral en donde serán las estructuras partidistas las que decidan, es decir, el voto duro será el que mande.

Sobra decir que lo anterior beneficia abiertamente al PRI, partido que de por sí, según todas las encuestas, se perfila como el gran ganador de la contienda.

 

latempestad@statuspuebla.com.mx

  

 

 

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