Nuevamente, los problemas resurgen en el municipio de Tlapanalá, a causa de la ineficiencia e insensibilidad política de José Villalba para gobernar; el edil, quien es famoso, no por su trabajo sino por una serie de irregularidades y por los “disque Zetas” (casi linchados por el pueblo enardecido y que don Joselito no pudo controlar, por lo que las autoridades pidieron a los líderes antorchistas su intervención urgente para evitar que el problema se desbordara). También, es del dominio público la falta –casi absoluta- de obra pública y la dudosa forma de aplicar los recursos públicos del alcalde.
Ya hace un año que la población y las autoridades auxiliares le exigieron el cumplimiento de lo prometido en campaña, así como la aplicación de los recursos en obras y beneficios para sus comunidades. Después de muchos acuerdos pactados y jaloneos, el edil prometió -con intervención de funcionarios de Sedeso- que este año se atendería la problemática de los pueblos subalternos y, con ese compromiso signado por autoridades estatales, los presidentes auxiliares se dieron a la tarea de validar (por sus comunidades) las obras y servicios, para el presente año; el día 18 de febrero se presentaron a la reunión del COPALDEMUN (previamente acordada con el presidente municipal), para entregarle el pliego petitorio en dicha reunión, presidida por Villalba, un representante de la SEDECAP y uno de SEDESO estatal, quienes se constriñeron a convalidar los actos del presidente y se negaron, en redondo, nuevamente, las solicitudes de las autoridades auxiliares de Tlapanalá.
Desde luego que esto no nos sorprende y solamente lo queremos informar para el conocimiento de todos los ciudadanos, pero en la reunión del COPLADEMUN quedó clara la posición autoritaria e irracional de Villalba y sus aliados, desafiando a las autoridades auxiliares y dejándolas con descontento total, al no ser atendidas las necesidades de la gente. Pero todavía más, Villalba Rosas, en lugar de cumplir con el precepto legal de gobernar para todos y mantener la armonía en su municipio, se ha dado a la infame tarea de calumniar, difamar y desvirtuar el trabajo de los presidentes auxiliares y, fiel a su felonía y a su espíritu traidor, los condiciona a que salgan de Antorcha o, de lo contrario, no habrá obras para sus comunidades.
Pero, Don Joselito se olvida muy rápido de que, cuando hace dos años su máxima ilusión era ascender a la presidencia municipal, fue a mendigar apoyo y a ofrecer alianza con el propio líder estatal del Movimiento Antorchista, para que le apoyara, y se olvida también de que fue gracias a la organización que hoy calumnia y agrede como logró llegar a donde ahora está. Además de desleal y traidor, Villalba es cobarde y misógino, ya que, amparándose en terceros y abusando de su investidura, se atrevió a amenazar de muerte y a acosar sexualmente a una autoridad auxiliar; tal como se hace constar en la averiguación previa 25/2009/DMS/2º TURNO, radicada en Izúcar de Matamoros.
Villalba está convencido de que su palabra es la ley y que, en esta comunidad, no se admite que nadie discrepe, pero queremos dejar en claro que nosotros no nos espantamos con la “leyenda de la llorona” y, seguros de que nos asiste la razón, seguiremos exigiendo –con toda la fuerza política y moral que nos asiste- que en Tlapanalá se cumpla con la ley y se apliquen los recursos municipales en las obras y servicios que requieren nuestras comunidades, dejando claro que daremos la lucha hasta conseguir nuestros objetivos, que no son más que el bienestar de los gobernados.
Por este conducto, le hacemos del conocimiento de Mario Marín Torres de la ineficiencia y torpeza política del actual presidente de Tlapanalá y pedimos su intervención para que se apliquen los recursos municipales en obras y servicios para los pueblos más marginados, y no a capricho personal de José Villalba y consortes. Tlapanalá es conocido por ser un pueblo rebelde, ojala que el pésimo desempeño del presidente no exalte más los ánimos, nuestro llamado de alerta está a tiempo.