Ahora resulta que hay cupo limitado en la Secretaría del Trabajo y Competitividad (STC) del estado. Sus funcionarios confían en que a partir de este mes de marzo el desempleo ya no aumente en Puebla; pero, no porque crean que ya tocó fondo la crisis, sino porque “ya no tendrán capacidad de atender a más de 14 mil desocupados”.
Y es que para el director del Empleo en la STC, Israel Geovanni Orduña Cervantes, en los dos primeros meses del año han atendido a unos 10 mil desocupados, y ojalá que no se rebasen los 14 mil pues ya no dan para más, según declaró ayer martes. Aunque no aclaró cuál capacidad será insuficiente si la de instalaciones, la de recursos económicos o la humana.
Si en condiciones normales son poco confiables las cifras que maneja la STC, menos lo serán con tales argumentos, porque bien podrían empezar por “maquillar” datos con tal de justificar que sí trabajan y que no hay tanto desocupado en Puebla, aunque luego venga el IMSS o el INEGI a dar al traste con el país de las maravillas que viven en los rumbos de la avenida Reforma.
Patética resulta la actitud de los burócratas de la Secretaría del Trabajo estatal, si a eso se le suman los desplantes que tiene su titular cuando los reporteros no le hacen preguntas “a modo”, e insiste que el problema de desempleo no es tan grave, y desconoce de los paros técnicos previstos en el sector de alimentos.
¿Habrá segunda etapa?
El próximo 31 de marzo se sabrá cuál será el futuro inmediato que depara al aeropuerto de Puebla, por lo menos hasta principios de esta semana no se tenía idea si se van o no a financiar las obras de ampliación que necesita la terminal; no se sabe de dónde saldrán los 15 millones de dólares para ello.
Y es que el martes próximo será inaugurada la primera etapa de ampliación y modernización del aeropuerto, que tuvo un costo de 5 millones de dólares, y que apenas representa el 28 por ciento del total del proyecto. Así que esta obra puede ser, quizás, la única que se haga en este año.
La crisis en la terminal área empezó hace poco más de un año, con la desaparición de líneas aéreas, en total sumaron siete, unas porque las autoridades les cortaron las alas y otras porque definitivamente ya no pudieron sortear los elevados costos de operación a partir del precio de la turbosina y la baja demanda de viajeros.
El Hermanos Serdán realiza el 50 por ciento de las operaciones que reportaba el año pasado, y no se ve que pueda remontar la situación. Sólo tres compañías prestan servicio a cuatro destinos, sólo uno de ellos es internacional.
A menos que los socios privados del Consejo de Administración de Operadora Estatal de Aeropuertos se pongan espléndidos y decidan invertir sus recursos o soliciten un crédito, no se ve de dónde el gobierno pueda continuar con los trabajos en este 2009; mientras, esos mismos socios atienden su frente de batalla futbolístico.
socole@prodigy.net.mx / balanceenlinea@hotmail.com
Consulte la revista electrónica www.balance-financiero.com