En la sesión del Consejo para el Desarrollo Industrial, Comercial y de Servicios de Puebla (CDICS) el que administra el impuesto sobre la nómina, se aprobaron aquellas obras “recurrentes”, esto es las que cada año se realizan y ya tenían presupuesto aprobado. No hay ninguna propuesta nueva, y los consejeros evitarán sesionar durante el periodo electoral, para evitar cualquier problema (¿?)
Los integrantes del CDICS acordaron que sí se realizarán diversos eventos y algunas obras como la Carrera de Marcas, el Foro de las Ideas, la Expo Construcción, Jornadas de Calidad y Jornadas de Seguridad.
Además se aprobó un presupuesto general de 142 millones de pesos, de los cuales se repartirán en:
* 70 millones de pesos a Sedeco, de ellos destacan 30 serán para el Fondo Pyme, 20 para Prosoft, 10 en el Fondomix, y 1.5 millones de pesos para promoción industrial y de exportaciones.
* 45 millones de pesos para Turismo
+ Los 30 millones restantes se asignarán para la Secretaría del Trabajo, Secretaría de Desarrollo Urbano y para Finanzas, incluso ésta última ejercerá 6 millones en el Programa de combate a la piratería y el contrabando.
Los integrantes del CIDCS, en su mayoría empresarios, aprobaron sin queja alguna que se retrasen las obras en el Centro Expositor, porque “no calcularon bien los cajones para estacionamiento.”
El colmo. Sí aunque no lo crea, para un recinto que aspira a ser referente de ferias y exposiciones internacionales, quienes hicieron el proyecto y que ya está en ejecución pensaron que 300 cajones de estacionamiento serían suficientes.
Ahora tendrá que hacerse un ajuste en la obra (ya en marcha) y destinar un área de estacionamiento para 1 mil 500 autos, ello costará un poco más y llevará más tiempo.
Mientras el Consejo que administra el Impuesto Sobre la Nómina (ISN) espera sesionar sólo en marzo, abril y mayo “sacar todos los pendientes”, como autorizar nuevos proyectos, dar entrada otros para evaluación. El propósito es -dicen- que no se hable de obras ni del ISN durante los días previos a las elecciones que serán en julio, y no incurrir en algún delito electoral.
Pemex y la ecologia
En Puebla ya se sabía de los trabajos de Pemex sobre Chicontepec, aunque probablemente no se esperaba que el tema cobrara tal importancia. Con todo, para Puebla resulta una relativa ventaja, pero también un problema y del que poco se ha hablado: desarrollo y ecología.
Ante el agotamiento de Cantarell (considerada en su momento la joya petrolera), el gobierno federal voltea los ojos a un yacimiento descubierto hace 80 años: Chicontepec.
Para quienes hemos recorrido el estado, sobre todo la parte norte, no resulta extraño ver señalizaciones de Pemex sobre ductos o pozos; lonas en las que se promueven campañas de salud apoyadas por la paraestatal, además del constante ir y venir de vehículos oficiales de la empresa por las carreteras y caminos serranos; aún más se pueden ver zonas otrora boscosas convertidas en llanos, donde se realizan las perforaciones, y se ven las torres humeantes de Pemex. Aunque, en realidad, no hayamos avizorado la magnitud de los trabajos.
Lo realizado por Pemex en la entidad, fue destacado por el mandatario estatal en su informe de gobierno (15 de enero), al señalar que “la inversión de Pemex alcanzó los mil 172 millones de pesos en el proyecto Chicontepec”
Hay que recordar, además, la reunión que a puerta cerrada sostuvieron el gobernador Mario Marín Torres, y el director general de Pemex, Jesús Reyes Heroles, el 22 de agosto del año pasado; y minutos más tarde encabezaron una reunión de trabajo donde el funcionario federal dio a conocer los alcances del proyecto para incrementar las reservas de crudo y producción del estado en cuatro municipios: Pantepec, Venustiano Carranza, Jalpan y Francisco Z. Mena.
En esa reunión participaron diversos funcionarios estatales, sobre todo el titular de la Semarnat, donde se ofreció proteger el entorno, reforestando, y brindando apoyo a las comunidades, además de generar más de 2 mil empleos.
Desde entonces en esa región serrana se intensificaron los trabajos de la paraestatal, pero también los del estado a través de obra pública (infraestructura y de apoyo social), algunos con apoyo federal, tales como la autopista México-Tuxpan; el Instituto Tecnológico Superior de Venustiano Carranza, edificios escolares de jardín de niños y primarias, además de la introducción del drenaje sanitario en Venustiano Carranza, y entrega de apoyos a familias de escasos recursos, por ejemplo.
El acceso a los cuatro municipios involucrados es difícil, con o sin autopista; la sierra norte es una zona de contrastes, tiene recursos forestales, pero su inadecuada explotación ha propiciado áreas en franca deforestación; su población vive en extrema pobreza; no hay encadenamiento de los procesos productivos; el deterioro ecológico no se ha frenado; existe elevado analfabetismo y los servicios de salud son insuficientes.
El fortalecimiento de la presencia de Pemex en la entidad, debe ser el motivo para impulsar programas de desarrollo económico y ambientales efectivos, donde la Semarnat realice su trabajo, y que organizaciones no gubernamentales dejen de actuar de manera centralizada, es decir sólo en el municipio de Puebla, y lleven su actividad hacia zonas que requieren de atención inmediata, donde la población tenga una participación directa y decidida, y que en verdad Pemex cumpla con las normas ambientales.
Es de desear que los programas estatales no sólo sirvan única y exclusivamente a los intereses de la paraestatal, sino que realmente beneficien a la población que durante décadas o siglos ha estado marginada.
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