En un futuro, es casi imposible vislumbrar que puedan haber buenas relaciones de convivencia pacífica entre Oriente y Occidente, principalmente entre países como Irán, Afganistán, Siria, Irak, Palestina y grupos llamados terroristas como Hamas, Hezbolá o Al-Quaeda y por el otro bando con Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea.