20-04-2024 03:15:08 AM

La gente dice que tu y yo estamos locos: Marín López a él

Una puerta localizada en las oficinas centrales de la Secretaría de Salud fue abierta a patadas por un cada vez más extraño secretario Antonio Marín López, quien ante los ojos atónitos del personal no tuvo el menor recato en destrozar lo que resultaba un estorbo.

Y es que el funcionario conforme pasan los días asume posturas irracionales.

Hace unos días se comunicó con un colega del gabinete para encontrar solución a desperfectos en el hospital de Cholula.

Vía telefónica recibió como respuesta el envío de personal especializado.

Al llegar al nosocomio el director desconocía el problema.

El colega se comunicó con el doctor Marín para informarle que su gente estaba en el hospital y el director no había recibido instrucción suya.

– ¿De qué me hablas?, cuestionó el secretario de Salud.

– De resolver tu petición, le respondió.

– No sé de qué me hablas, insistió Marín López.

– Tú me llamaste hoy por la mañana para pedirme apoyo, ¿ya no te acuerdas?, le inquirió.

– ¿Yo?, ¡nunca te he llamado ni te he pedido nada!, le espetó Antonio Marín.

Su colega de gabinete le colgó el teléfono.

Las ínfulas, pérdida de la memoria y arrogancia son las características principales que se han detectado al funcionario, a quien en los pasillos de la política se le menciona como uno de los cambios inmediatos que hará el gobernador apenas concluya la glosa de su IV informe en el Congreso del Estado.

Y se menciona con insistencia la llegada de Alfredo Arango, actual director del ISSSTEP, quien llegaría en relevo ahora que quedó descartado para ocupar la candidatura a diputado federal por Tehuacán.

Ya el año pasado le habíamos comentado los graves problema de identidad que padece Marín López, quien está convencido –gracias a sus asesores mediáticos- que él será el candidato natural a la gubernatura por el PAN tras la limpia en Salud.

Incluso, ha dejado de acudir a actos oficiales con el gobernador para que no lo identifiquen con su gestión, claro todo por recomendación de sus amanuenses.

El pasado 9 de diciembre del 2008 se escribió en este espacio:

“¡Ya enloqueció¡. Esta es la expresión de utiliza el personal de la Secretaría de Salud al referirse al secretario Antonio Marín.

“Y es que el funcionario, ahora resulta, se disfraza de viejito.

“Con canas, encorvado y con voz lastimosa llega a cualquier Centro de Salud para solicitar una consulta. Ante cualquier retraso empieza a ofender y censurar la calidad del servicio. Eso sí, exige su café.

“No conforme acude por la madrugada a checar el trabajo de los policías, a quienes les pregunta con tono altisonante ¿usted sabe quién soy?.

“El vigilante le responde “no señor”.

“Marín López le contesta: “Pues quien te paga, soy el secretario de Salud, y te vas; no necesitamos policías”.

“Una más. Aparece en las oficinas y se sienta en las bancas de la Secretaría para comentar que es un doctor desempleado que lo acaban de correr de la jurisdicción de Tepexi de Rodríguez y reclama su reinsolación.

“Ahí rompe su tarjeta de presentación y luego solicita al personal que la unan para que vean que “soy yo el flamante doctor Marín”.

“¿Qué le pasa?.

“Su arribo a la dependencia trajo nuevas expectativas, pero en realidad su presencia es interpretada como más de lo mismo, pues quiere que todos aprendan a trabajar y realiza cambios a diestra y siniestra para empezar de cero y desarrollar sus geniales ideas.

“Sin embargo, es penoso ver cómo un doctor dedicado a la medicina hematológica con un curriculum prestigioso renuncie a su práctica para encaminar los destinos de una Secretaría que agoniza ante el desfalco, la desintegración de equipos de trabajo e inhiba los cambios porque el personal se niega a aceptar un puesto de jefatura porque eso sería sinónimo a la desacreditación y hostigamiento laboral”.

Hasta aquí la cita.

Qué le parece.

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