10-11-2024 04:43:54 AM

Lozano Alarcón… la otra visión

Tampoco uno de tantos políticos que en público fingen fidelidad y compromiso al proyecto gubernamental del que forman parte y en corto critican despiadadamente las acciones y decisiones que toma la cabeza.

Javier Lozano Alarcón está convencido de que lo mejor que le ha pasado a este país es que un hombre como Felipe Calderón haya llegado a la presidencia de la República.

Después de diez años de amistad y al ver la pasión con la que defiende las políticas públicas aplicadas por el actual gobierno federal en temas polémicos como la economía y la seguridad pública, no me cabe la menor duda.

La plática inicia con un gusto sincero por coincidir nuevamente y tener la oportunidad de compartir puntos de vista sobre la realidad nacional, gusto que se convierte en enojo repentino al presentar, previo a la entrevista, un sondeo de opinión realizado entre los más afectados por el alza generalizada de precios y que, como era de esperarse, contiene críticas durísimas al presidente y las decisiones que ha tomado en materia económica.

Después de la cortés presentación, el invitado, ya al aire, acusa de inmediato:

-“Esto está sesgado, editado para perjudicar la imagen presidencial. No es posible que ninguno de los entrevistados tenga una opinión positiva de lo que se está haciendo en el gobierno”-.

-“Pues así es”- se le ataja de inmediato.

Y entonces, el poblano inicia una muy extensa explicación de lo injusta que resulta esta concepción generalizada ya que la federación no es la responsable directa de la crisis económica que se vive en el país.

El Secretario del Trabajo repite como un mantra, aquellos argumentos que el propio presidente nos ha recetado hasta el cansancio las últimas semanas en sus obsesivos mensajes a la nación transmitidos a toda hora y en todo lugar.

La crisis mundial, la recesión económica en Estados Unidos, el aumento global de los combustibles, como principales culpables.

-“Pero, secretario, siempre ha sido el presidente en turno quien paga el costo político de las crisis económicas, sean o no su responsabilidad directa”-se le señala.

Durante décadas, este fue uno de los argumentos centrales que utilizó el panismo desde la oposición para golpear a los regímenes priistas.

La respuesta es la muestra contundente de que Lozano, como al resto de los colaboradores de Calderón, se ha infectado con el virus de la hipersensibilidad crítica- mediática, ese que se activa cuando algún “enemigo del sistema” se atreve a cuestionar.

El funcionario lanza una feroz ofensiva en contra de gobiernos anteriores.

Arrasa con todos, hasta con Zedillo, uno de sus principales mentores y quien en su momento le dio la posibilidad de ser Contralor General de Petróleos Mexicanos, Subsecretario de Comunicaciones y Oficial Mayor de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, Subsecretario de Comunicación Social de la Secretaría de Gobernación y Presidente de la Comisión Federal de Telecomunicaciones.

-“Quisiera ver cómo hubiera estado el país, en este contexto global en tiempos de Salinas, Zedillo o Fox. Mientras en los dos primeros años de esas administraciones se perdieron miles de empleos, en este gobierno se han  generado 827 mil”-.

Y continúa dejando claro que el reto para el país en materia laboral es generar las condiciones para que nuestro país sea un destino atractivo para las inversiones, lo que no lleva a un nuevo y polémico tema: la inseguridad.

Y nuevamente, la solidaridad discursiva con el presidente Calderón.

Lozano asegura que las condiciones de inseguridad que se viven en México por las acciones que en todo el país realiza la delincuencia organizada son el resultado de que, por primera vez en la historia no se ha pactado con estos grupos, se les ha combatido frontalmente desde le primer día del actual gobierno.

El tiempo es breve, se agota pero es imposible terminar la plática sin hablar de la reforma energética.

Nuevamente, los argumentos del presidente recitados con la misma precisión y certeza con la que los alumnos del padre Ripalda recitaban el catecismo:

No hay privatización, se busca que la riqueza petrolera genere beneficios económicos concretos para México, no hay arreglos por debajo del agua, quienes no quieren la reforma están en contra del progreso del país, etc.

Sin embargo, asegura tener ya amarrado al PRI para que el tema salga en el actual período de sesiones, aunque se crucen en el camino las siempre álgidas discusiones en torno a la iniciativa de Ley de Ingresos y Presupuesto de Egresos del gobierno federal para el 2009.

Queda el compromiso de un nuevo encuentro para hablar de “mi tema, mi reforma, la que de verdad me interesa: la reforma laboral”.

A ver si le quedaron ganas.

 

latempestad@statuspuebla.com.mx

 

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