Un secuestro marca para toda la vida a la víctima que en la mayoría de los casos requiere de tratamiento psicológico para salir adelante. Dependiendo de la forma en que fue secuestrada y el trato que recibió, será el tiempo en el que logrará recuperarse, mientras que la familia que es la víctima social en estos casos, trata de superar el trauma del secuestro o la pérdida del ser querido en el peor de los casos.