Las cuestiones de tipo deportivo podrían no ser las únicas preocupaciones que enfrente la directiva del Puebla en el corto plazo.
Trece personas que durante los últimos dos torneos cortos desempeñaron cargos de tipo administrativo al interior del club presentarán sendas demandas de tipo laboral para cobrar adeudos pendientes.
Se les deben quincenas y el pago de la consabida liquidación.
Cuando fueron contratados por el club, jamás existió un contrato de por medio ya que de acuerdo con Eduardo Rivera, quien era el titular de la oficina de Relaciones Públicas y Atención a Medios, “todo el personal que entra a trabajar lo hacía sin contrato ya que era la forma normal de operar del club”.
Rivera fue despedido del club cuando los señores Emilio Maurer y Oscar Juárez dejaron al Puebla.
El control de esta oficina fue tomado por el Lic. Antonio Fernández Brito, ahora ex directivo del equipo.
Los afectados tenían como funciones primordiales conseguir más patrocinadores para el equipo, darles seguimiento a los contratos que ya se tenían y mantener informada a la directiva del fondo de los contratos y las ganancias que de ellos se generaban.
Sin embargo, la desconfianza, los manejos oscuros y el inminente conflicto de intereses que existía entre la famita Bernat y el resto de los socios, no sólo impidió el cumplimiento de estos objetivos, sino que fue fundamental en el despido injustificado de estas personas.
El brazo ejecutor de lo anterior: el contador Álvaro Flores, brazo derecho de los Bernat y el encargado de generar una cortina de humo que a los ojos de los demás socios del equipo desvaneciera el manejo discrecional que se hacía de estos contratos en beneficio de los socios mayoritarios.
Flores jamás permitió que gente ligada a la famosa “chiquillada” tuviera la información necesaria para darle seguimiento a los contratos de publicidad, conocer los montos reales de las operaciones y las condiciones de las mismas.
Por eso jamás se entendió cómo, de la noche a la mañana, el logotipo de Volkswagen apareció como patrocinador principal al frente de la playera, si la cantidad de dinero reportada como patrocinio, no ameritaba tal posición.
Después se sabría que los Bernat consiguieron 5 millones de pesos de VW, pero sólo reportaron 2 millones al club.
El resto les fue entregado en automóviles para sus concesionarias.
La maniobra afectó a la empresa IDN, que había pagado el monto correspondiente al patrocinio principal y que tuvo que conformarse con ver su logotipo en la parte arriba de la camiseta y con un tamaño mucho menor.
Los problemas económicos se agravaron a medida que avanzaba la incertidumbre sobre la permanencia del equipo en la primera división.
Los pagos de salarios comenzaron a retrasarse primero un par de días, luego por semanas enteras y se suspendió definitivamente en mayo pasado, cuando se hicieron más fuertes los rumores sobre la venta del equipo.
Después del partido contra el Atlante y sin haberlos siquiera despedido oficialmente, a los administrativos se les comunicó que no podían pagarles sus salarios atrasados ya que no habría más ingresos por concepto de taquilla.
El 26 de mayo, tan sólo dos días antes de que se completara la venta de acciones a Henaine y López Chargoy, el despido se hizo oficial.
Álvaro Flores, quién más, se hizo cargo de operar el incómodo asunto.
Asegurando que se trataba de un asunto de los nuevos dueños procedió al despido y a informar que no existían las condiciones económicas para el pago de salarios caídos, mucho menos de las liquidaciones correspondientes.
“Así es el fútbol” fue lo único que alcanzó a decir.
Sobra decir que los afectados han tratado de varias maneras de contactar a los nuevos socios sin recibir una respuesta a sus peticiones, por lo que las demandas llegarán esta misma semana a las oficinas del club.
Por cierto ¿sabía usted que la gente de mantenimiento y jardinería llevan más de 30 años trabajando para el club sin las condiciones mínimas de ley?
No tienen contrato, ni siquiera cuentan con seguro social y al término de los torneos, cuando se acaba la taquilla, tienen que cooperar entre ellos para la gasolina de la podadora ya que si este se daña, a ellos los corren,
Qué bonito.