Responsable del antorchismo en la mixteca poblana
Una somera ojeada a la prensa estatal, de abril a la fecha, deja perfectamente claro que la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), central a la que pertenece el sindicato de Mex-Mode: Sitemex (encabezado por Josefina Hernández Ponce), está a favor de que continúen los abusos contra los obreros que laboran en dicha fábrica, donde apenas les pagan de 50 a 80 pesos (por jornadas de trabajo de diez horas, y sin cubrirles el tiempo extra), cuyo dinero va parar a las arcas de la UNT, vía Josefina Hernández Ponce.
Ninguna otra explicación tiene la defensa tan aguerrida que los líderes de la UNT realizan a favor de Josefina: chantajean al Gobierno del Estado, amenazan a los obreros para que no asistan a las asambleas donde -por voluntad propia- elegirán a otro dirigente, argumentan que se violan los estatutos de ese sindicato si pugnan por otra dirigencia (que no “bendiga” previamente la UNT y los patrones); mediante un amparo de la justicia federal buscan violentar la autonomía de los obreros, que tienen derecho a nombrar los dirigentes que mejor les convengan, y hasta van al extranjero a buscar quién evite que los quiten de esa jugosa posición (de la que los ha desplazado la voluntad mayoritaria de los trabajadores).
El recuento realizado, que dio el triunfo a Enrique Puente -por 469 votos contra cero-, desnudó a la UNT y la exhibió como central charra, antidemocrática, alejada de los intereses de los trabajadores, que fueron quienes argumentaron y votaron mayoritariamente a favor de la destitución de Josefina Hernández. Los obreros del sindicato de la Volkswagen, el de telefonistas, y otros, deberían meditar seriamente si les conviene seguir militando en esa central y acerca de la honradez en la defensa de sus intereses, que sus líderes sindicales realizan.
Por su parte, los empresarios deberían dejar de pensar como si estuviéramos en el siglo XIX. Y es que, en lugar de asimilar que la salida de la actual dirigencia sindical es la manera más eficaz de recuperar la tranquilidad laboral y, por lo tanto, elevar la productividad, se han puesto a decir en los medios que retirarán sus capitales si hay un cambio de líderes en Sitemex. Han intervenido en la vida sindical y han instrumentado despidos y sanciones económicas contra a los obreros inconformes. Se les olvida que en el año 2001, una política igualmente abusiva e intervencionista fue la que originó el conflicto en lo que antes se denominó Kuk Dong, y que dio origen al liderazgo de Josefina Hernández y al cambio de nombre de la empresa.
Son falsas, por tanto, las afirmaciones de todos los que dicen que ”Antorcha Campesina creó el conflicto en Mex-Mode”; los responsables del conflicto son los líderes de la UNT, quienes han prostituido al sindicato, convirtiéndolo, de defensor de los obreros, en instrumento para someterlos, y han perpetuado en el poder a una líder venal y corrupta. Todo ello agravado por una política intervencionista de los patrones de Mex-Mode en la vida sindical de los obreros y por la postura sumisa de las autoridades laborales.
Antorcha Campesina, contrario a lo que dicen sus detractores, lo único que ha hecho es apoyar a los trabajadores, para desactivar un problema que, de no resolverse, acarreará dificultades mayores, y buscar que, mejorando las condiciones de trabajo de los obreros, haya mayor productividad, situación que beneficiará principalmente a los empresarios de Mex-Mode.
El Gobierno del Estado, mientras tanto, disfrazando su conducta en un dizque diálogo con los empresarios coreanos para mantener fuentes de empleo, acepta de hecho todas las burlas, amenazas, violaciones a la ley y chantajes, mostrándose ante la ciudadanía en general y ante los obreros en particular, como un gobierno débil y sumiso ante los empresarios, que a pesar de su importancia y poder económico no tienen ningún derecho a decidir quién debe encabezar a los trabajadores. Ninguna otra lectura se puede hacer del hecho de que la Secretaría del Trabajo y Competitividad no sea capaz de hacer que los patrones dejen de intervenir en la vida sindical de los trabajadores de Mex-Mode y respeten el derecho de éstos a darse el sindicato que a sus intereses mejor convenga.
Los mexicanos, en general, estamos de acuerdo en que empresas de otras naciones se instalen en México, así como las mexicanas se instalan en otros países; estamos de acuerdo en que cerrar fuentes de trabajo es un problema que agrava el desempleo existente en México, pero si para conservar estas empresas y las fuentes de empleo que generan, nuestras leyes deben ser violentadas, nuestra soberanía mancillada y los obreros maniatados para que abusen impunemente de ellos, entonces estamos dispuestos a dar la lucha para defender nuestras leyes y derechos, corriendo los riesgos necesarios que esta defensa implica.
A pesar de las maniobras legaloides y del apoyo cómplice que anda buscando la UNT en el extranjero para convalidar los abusos que ellos cometen contra los obreros mexicanos, con opiniones sesgadas e incondicionales hacia los charros de Mex-Mode, vertidas por organizaciones que no pueden ocultar su profundo sectarismo, anticipadamente podemos afirmar que la Unión Nacional de Trabajadores no doblegará las ansias de justicia que han enraizado en la conciencia de los obreros de esa maquiladora.
Nos atenemos a lo dicho por el gran genio don Miguel de Cervantes Saavedra: “por la libertad, así como por la honra, se puede aventurar la vida, y por el contrario el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres.” Los obreros de Mex-Mode esperan justicia pronta y expedita.