Observamos en el mundo un fenómeno que está ocurriendo en distintos continentes y que por diferentes causas se crean: las autonomías en algunas regiones del mundo.
Para comenzar cabe señalar que las autonomías son defendidas por cuestiones étnicas, administrativas, históricas, políticas y económicas principalmente y van desde el fenómeno del federalismo hasta la independencia del territorio separado. Casos como lo que está viviendo actualmente Bolivia, lo que sucedió hace un par de meses con Kosovo, las peticiones de Osetia del Sur, y Abjazia, nos llevan a la reflexión en diversos puntos.
1. Por autonomía debe diferenciarse la que goza un Estado que representa la independencia política, hacia otros Estados y por otro lado, la potestad que dentro del Estado pueden gozar municipios, provincias, regiones u otras entidades de él, para regir intereses particulares de su vida interior, mediante normas y órganos de gobierno propios, según el Diccionario de la Real Academia Española.
2. El término autonomía también es una de las distinciones entre el Estado unitario del Estado federal, e implica la centralización o descentralización, por lo tanto, las autonomías se consideran necesarias porque permiten darse leyes propias respecto de las necesidades que de manera directa se viven en parte de una población.
3. Federación viene del latín “foedus” que implica alianza o parto de unión.
4. En nuestro país el artículo 40 consagra la república federal; la organización que tenemos permite conjugar las fuerzas de la capital con las áreas regionales, apoyando la coexistencia de estas dos tendencias dentro de un marco jurídico. El objetivo fue evitar la disgregación, dispersión y fragmentación del Estado.
Confundir las autonomías con el separatismo es un grave error, que solo busca dividir y romper los lazos que dentro de un país se forman, por eso siempre he reiterado que se debe privilegiar el diálogo, los acuerdos que permitan a una nación seguir buscando vías de desarrollo y mejoramiento para sus habitantes, conservando la unión que tanto trabajo ha costado a generaciones.
Lo anterior me hace recordar el diálogo que sostuvieron los patricios con los plebeyos cuando estos últimos deciden retirarse al Monte Aventino para obligar a los patricios a reconocer sus reivindicaciones o fundar una nueva ciudad; se les hizo a los plebeyos ver la analogía del cuerpo humano, las extremidades del cuerpo se quejan de que son las que más trabajan para que todo termine en el estómago y deciden por tanto matar de hambre al estómago; no se dan cuenta las extremidades que de esa manera, se destruyen así mismas. No tiene caso destruir, cuando se puede fortalecer y mejorar a un país viviendo en la unidad.
Esta es una llamada de atención porque en algunas partes de nuestro país se viene hablando hace tiempo de autonomías y separatismos y los ejemplos cunden. Por esa razón debemos ir previendo cualquier problemática que surga por estos fenómenos sociales. SIN EMBARGO, debemos observar que en nuestro país este termino forma parte ya de nuestra Constitución, cuando en el artículo 2° se dice: “el derecho de los pueblos indígenas a la libre determinación se ejercerá en un marco constitucional de AUTONOMÍA que asegure la unidad nacional”, esto quiere decir, que nuestro país reconoce el fenómeno social de la AUTONOMÍA sin perjuicio de la unidad de los mexicanos.