EL CANTO DE LAS SIRENAS
GALAXIA GUTEMBERG
Para protegerse del canto de las sirenas, Ulises tapó sus oídos con cera y se hizo encadenar al mástil de la nave. Aunque todo el mundo sabía que este recurso era ineficaz, muchos navegantes podían haber hecho lo mismo, excepto aquellos que eran atraídos por las sirenas ya desde lejos. El canto de las sirenas lo traspasaba todo, la pasión de los seducidos habría hecho saltar prisiones más fuertes que mástiles y cadenas.
Con este sugerente título en alusión al episodio de Ulises en la Odisea de Homero nos presenta el filósofo catalán Eugenio Trías (Barcelona, 1942) su último libro, una colección de ensayos en la que el autor de La edad del espíritu (1994) establece un diálogo entre el pensamiento y la música en una aproximación a compositores que abarcan un período de cuatro siglos, los que van desde el renacimiento de Monteverdi hasta la actualidad con Boulez o el recientemente fallecido Stockhausen.
Trías se propone trazar una historia de las ideas en su recorrido por los principales creadores musicales de la historia occidental, entretejiendo constantemente una relación entre los músicos y los filósofos o escritores de su tiempo.
El libro se articula en torno a una serie de ensayos sobre cada uno de los compositores escogidos por Trías, y aunque no de manera explícita, sugiere una estructura bipartita (como el propio autor reconoce), con una primera parte que arranca en Monteverdi hasta llegar a Debussy, y una hipotética segunda parte que traza el camino de Schönberg a Xenakis. Decimos hipotética porque no se advierte sino en esta segunda parte el constante diálogo con el pensamiento filosófico del siglo XX y de Trías en particular. Así, el libro deja de ser una pequeña historia de la música para convertirse en una historia de la cultura y del pensamiento occidental, cuya excusa inicial es el conjunto de la obra de un compositor.
Trías propone un complejo mundo de relaciones que abordan, por ejemplo, los misterios gloriosos de Bach, la dualidad de lo trágico y lo cómico en Mozart, los grandes relatos de Haydn, el estilo heroico de Beethoven, el concepto de obra total en Wagner, el espíritu creador de Mahler, la nueva teología musical de Schönberg, la noche eterna de Béla Bartók, los sacrificios de Stravinski, el panteísmo sonoro en Cage o la arquitectura musical de Xenakis, para concluir con una coda filosófica, tres ensayos sobre los primeros principios de la música (Platón), el hilo de Ariadna, y las categorías musicales.
Nos encontramos, pues, ante el acercamiento a la música desde una reflexión filosófica, que nada tiene que ver con anteriores propuestas españolas como las de Juan David García Bacca (Filosofía de la música. Barcelona: Ánthropos, 1990), o Miguel Ángel Palacios (Filosofía en música y filosofía de la música. Universidad de Valladolid, 1990), quedando muy atrás la ardua prosa de Theodor Adorno o las complicadas teorías de Lewis Rowel, difuminados por Trías en su brillante discernimiento de algunas de las claves para la superación de ese enfrentamiento ente disciplinas que desde la antigüedad se ha mantenido, de una manera mayor o menor, entre la música y el resto de las disciplinas artísticas o humanidades.