Ahora que en el ámbito nacional se analiza la grave situación en el Museo Bello de Puebla, vale la pena recuperar lo publicado por Al Portador en diversos reportajes en el año 2004:
“El 14 de septiembre de 1938 Doña Guadalupe Grajales viuda de Bello, esposa de Don José Mariano Bello y Acedo se presentó ante el juez tercero de lo Civil para que se abriera el testamento cerrado otorgado por su finado esposo el 31 de diciembre de 1918 ante el licenciado Venturoso Torijano, notario 5 de la ciudad de Puebla.
Don José Mariano Bello y Acedo falleció de un síncope cardiaco el 5 de septiembre de 1938, tenía su domicilio en la 3 sur número 107 y contaba con 69 años de edad.
En el texto del testamento del que por cierto dio fé el licenciado Enrique Díaz Fuentes a la sazón juez tercero de lo civil de Puebla se lee que: “Después de la muerte de la señora mi esposa pase en propiedad a la Academia de Educación y Bellas Artes del Estado (…) la Galería de Pinturas y Obras de Arte de su propiedad (…) cuidando la persona a la que incumba ejecutar esta determinación de que se acuerde y ordene todo lo que sea necesario para que no se enajene ni disponga de ninguna de las pinturas ni las obras de arte, sino que todo se conserve en recuerdo perdurable del señor mi padre Don José Luis Bello que fue el fundador de esta Galería…”.
El museo José Luis Bello y González cerrado a raíz del temblor del 15 de junio de 1999 aún no abre sus puertas al público, tiene años cerrado y se han gastado muchos millones de pesos en una supuesta restauración que no existe, ya que se perdieron los plafones, tapetes y otros elementos arquitectónicos y decorativos, se argumentó que el edificio de tres pisos no tenía cimientos, lo que constituye una absoluta falsedad, pues de no haber contado con la estructura actual el inmueble ya se hubiera venido abajo desde hace años.
La casa fue construida por uno de los familiares del señor Bello de profesión arquitecto.
SE “PERDIERON” PIEZAS
El inmueble ya está restaurado. La empresa que se encargó de la obra de reconstrucción por el sismo del 99 fue Constructora Holistic SA de CV, a la cual la Secretaría de Cultura no le quiere recibir el edificio y no le paga. Se argumentan graves fallas en el apuntalamiento.
Por otra parte, se ha hecho una revisión de las diferentes colecciones de pintura, porcelanas, talaveras, muebles de marquetería, instrumentos musicales, cristalería, entre otros. Nada más que resulta que en estas “revisiones” se están modificando sus medidas, lo que presupone un cambio de piezas.
De hecho, con oficio DBAC/604/04 de fecha 25 de octubre del 2004, firmada por la arquitecta Maribel Hernández Sánchez y dirigida por la licenciada Laura Elisa Morales Villagrán “se comunica que durante el proceso de revisión física de la colección del museo que realizó la comisión designada se informa: “Se detectaron piezas faltantes 19 y otras que no están dadas de alta en el inventario 4, por lo que se tienen como extras o sobrantes”.
Ni duda cabe que es increíble que falten piezas ¿o es que fueron robadas?.
Es imposible que sobren piezas ¿o es que fueron cambiadas?.
En poder de Al Portador obran:
1.- Copia del testamento del señor José Mariano Bello.
2.- Inventario de todas las colecciones del Museo.
3.- Dos catálogos fotográficos.
4.- Oficio de Referencia.
5.- Video donde se registra pieza por pieza la colección completa de este museo que por cierto es un recinto singular a nivel mundial, pues se trata de un Museo de Sitio; es decir, era la casa de los señores Bello y todas las colecciones y muebles eran los de una casa habitada donde se fueron colocando las piezas como se adquirieron.
Para el 3 de junio del 2002 la Secretaría de Cultura informó que ya se habían invertido en el remozamiento del Museo alrededor de 23 millones de pesos. Hasta la fecha se habla de más de 100 millones de pesos, pero el sitio está cerrado y ahora resulta que por un lado faltan piezas, pero por otro sobran.
Esta anomalía nunca fue investigada por la autoridad correspondiente.
Mañana le seguimos con el tema.
alportador@statuspuebla.com.mx
