El brillantísimo doctor Chamoya, alias Guillermo Deloya, además de dar entrevistas a modo en la televisora oficial y de publicar su bello rostro en las revistas rosas, ha expandido sus horizontes profesionales.
Resulta que ante la remota posibilidad de que su objetivo de ser diputado federal, presidente municipal, gobernador de Puebla y Presidente de la República no se concrete, Chamoyita le ha prendido una velita a la bohemia.
Ahora se alquila como cantante en fiestas. Sí, leyó bien.
Al talentoso escritor de libros, rostro social, culto doctor y en sus tiempos libres abridor de puertas oficiales, ahora le ha dado por cantar en cuenta tertulia o pachanga se le ponga enfrente.
Un testigo de ello lo fue uno de los más importantes miembros de la burbuja marinista quien al asistir a una comida de bienvenida al gabinete que le ofreció hace un par de meses un general que cobra como secretario, casi se va de espaldas cuando presentaron como el espectáculo principal de la fiestecita privada a… ¡Chamoyita!
El entonces novel secretario no solo tuvo que aguantarse la pena de que la fiesta fuera atendida por policías vestidos de meseros, sino también de que el secretario particular del Ejecutivo Estatal hubiera sido contratado por el generalísimo para “amenizar” el convivio.
Dicen los policías (que le hace de caballerangos también) testigos del evento que la actuación del doctor Chamoya les recordó al célebre Juan Penas, aquél personaje caracterizado por Luis de Alba que cantaba “si nos deeeejjjjjjaaaaaan…”.
(La comida la organizó el general Ayón, en su casa en Haras, para darle la bienvenida al gabinete a Mario Montero una semana antes del accidente)
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