El asesor extranjero Ralph Murphine se convirtió así de plano en otro damnificado de la falta de incumplimiento y pésimo trato político del alcalde Enrique Doger Guerrero.
Y en su afán de pelearse hasta con su sombra, el edil incluyó en su lista negra de enemigos al poderoso asesor político en el mundo.
Ahora Ralph Murphine dejó Puebla y respalda el proyecto sucesorio del senador Manlio Fabio Beltrones.
La historia del desencuentro no tiene desperdicio.
El año pasado, metido de lleno en la campaña de Jorge Ruiz Romero, el mentado “sirenito” de Doger, Murphine sufrió un infarto que lo llevó a internarse inmediatamente en el hospital Betania.
Ahí estuvo en recuperación. Salió.
Doger ni se acordó hasta que llegaron los gastos médicos. Ordenó que se le descontaran mensualmente y por si fuera poco dejó de cubrir sus honorarios de asesoría.
Murphine se molestó porque el bipolar edil dejó de tomarle las llamadas telefónicas.
El asesor se fue de Puebla sin antes señalar que “arrieros somos y en el camino andamos”.
Qué le parece.
Sí, Doger no tiene remedio.
EL “DOITOR” VÁZQUEZ
Muy molesto se fue a su gira de trabajo por San Antonio, Texas, y Cuba el rector de la BUAP, Enrique Agüera Ibáñez.
En la víspera, el vicerrector Jaime Vázquez emitió declaraciones contra el espíritu de diálogo académico establecido con la comunidad universitaria.
“Calladito te ves más bonito”, pero el protagonismo de Vázquez, quien andaba de alianza política con Alberto Jiménez Merino, secretario de Desarrollo Rural, para la gubernatura y la rectoría pudo más.
Sin duda Vázquez se pasará la primavera en la congeladora para que se refresque y evalúe que antes de sus aspiraciones está el proyecto universitario.
EL MORALITOS
El vocero de Roberto Morales Flores en Salud, Fortino Morales, envió una aclaratoria donde no desmiente la presencia de jefes de unidades sanitarias de la dependencia en actos de campaña de Chucho Morales Flores.
“No asisten dentro de sus horarios y días de trabajo”.
Ajá.
Luego, dicta una clase de periodismo al reportero y lo acusa de valerse de un régimen de excepción.
Pues es excepcional que el moralitos llegue a laborar con aliento alcohólico e incluso en labores oficiales se transforme en Hulk.
La carta se reproduce en este espacio.
