Sí existen los fantasmas de Chelís.
Y como todas las cosas reales, estos tienen también nombre y apellido.
Uno de ellos es el “empresario” Ricardo Henaine, quien hace apenas unos días puso sobre el escritorio de Francisco Bernat una nueva oferta para comprar al club: 8 millones de dólares.
Para darle “seriedad” a la negociación, Henaine pagaría 2 millones de dólares para amarrar la operación, comprometiéndose por escrito a liquidar los seis millones restantes en un plazo no mayor a 15 días.
Una vez liquidado el total de la transacción, el empresario podría tomar el control del equipo, antes no.
De concretarse la operación, lo primero que haría Henaine sería prescindir de los servicios del carismático Chelís, un incondicional de la chiquillada accionaria del club.
La carta fuerte del nuevo dueño para dirigir los destinos del equipo sería Manuel Lapuente, quien llegaría al equipo a petición expresa de su amigo personal, el periodista Enrique Montero Ponce, quien a su vez es socio y amigo de Ricardo Henaine.
Como favor personal, Lapuente cobraría “tan sólo” un sueldo de 400 mil pesos mensuales más un bono de un millón de dólares al final del torneo si se logra la tan ansiada permanencia.
Actualmente, Chelís cobra 350 mil pesos mensuales y su bono de “salvación” al final de la campaña es también de un millón, pero de pesos.
¿Lapuente sólo 50 mil pesos más caro que Chelís?
Es como comprar un Ferrari a precio de Vocho.
Los problemas de Sánchez Solá no terminan ahí.
Más allá de que se concrete o no el escenario de venta del equipo, la familia Bernat ha establecido un canal de negociación paralelo con el propio Lapuente para convertirlo en el próximo timonel del Puebla, bajo las mismas condiciones salariales prometidas a Henaine, Montero y compañía.
Tal parece que las lecciones no se aprenden y todo indica que Paco Bernat intenta reivindicar su nombre en el mundo del futbol colgándose la medalla de haber mantenido al equipo en el máximo circuito a pesar de las condiciones adversas.
Y es que la mala suerte de Bernat continúa en esto de cómo será recordado su nombre por los aficionados poblanos al futbol.
Nadie, absolutamente nadie lo considera como artífice del ascenso.
Todo el reconocimiento se lo llevó quien menos méritos tuvo: Emilio Maurer.
Nuevamente la terquedad de los Bernat podría resultarles muy cara, no sólo en lo deportivo, también en lo económico.
De no llegar una inyección fresca de recursos, la situación financiera del club será en el corto plazo insostenible.
Las cifras más optimistas indican que el déficit al término del actual torneo podría ser de más de 20 millones de pesos para los socios del club.
EL MISTERIO DE VOLKSWAGEN
La falta de confianza entre socios de equipo es uno de los grandes males del Puebla.
Nadie mete las manos al fuego por la honestidad de los Bernat.
El caso VW es un ejemplo.
Los socios mayoritarios del club llegaron a una negociación de patrocinio con la planta automotriz en condiciones muy poco claras para el resto de quienes poseen acciones del club.
Y es que el monto del acuerdo fue de sólo 200 mil dólares, cifra especialmente baja en lo que a publicidad en el futbol mexicano se refiere.
La chiquillada supone que el monto de la negociación fue mayor, pero que el resto de los beneficios del acuerdo se quedó en las agencias automotrices propiedad de los Bernat.
¿Los cree capaces?
De eso y mucho más.
latempestad@statuspuebla.com.mx