Sí, lo prometido es deuda.
Ayer le aseguré que había más y vaya que hay tela de donde cortar.
Lo dicho, la Dirección de Seguridad Vial estatal es sin duda la cara más sucia de este gobierno en lo que a corrupción se refiere.
¿Se ha dado cuenta de la frecuencia con la que se realizan operativos “antialcohol” en las principales vialidades de la capital?
¿Ha notado como el Periférico se ha convertido en una de las más vigiladas por los elementos de la corporación?
Raro, no hay un solo semáforo y la única posibilidad real de violar el reglamento vial es excediendo la velocidad permitida.
La explicación real tiene que ver con lo “rentables” que se han convertido los patrullajes nocturnos en estas zonas de la ciudad.
Y es que el desafortunado noctámbulo que tiene la mala suerte de encontrarse una patrulla de la dependencia tiene que lidiar de entrada con amenazas y presiones que tienen como único objetivo final el cobrar jugosas mordidas que van a parar a los escritorios de quienes dirigen la corporación.
El desconocimiento de las leyes por parte de la mayoría de los automovilistas poblanos los hace presa fácil de este tipo de prácticas.
A través de engaños y medias verdades, los elementos “calculan” el monto de la supuesta multa a aplicar, triplican la cantidad y al final obtienen una muy atractiva mordida para evitar un supuesto desembolso mayor.
Para aumentar la presión, en algunos casos someten a los automovilistas a exámenes toxicológicos, para después extorsionarlos hasta con 5 mil pesos por persona.
Lo curioso del caso es que los dictámenes médicos en ningún caso se ponen a disposición del Ministerio Público.
¿Lo sabrá la SEDECAP?
Si hay voluntad por ahí podría empezar.
Por cierto, le recuerdo que estos ingresos aumentan exponencialmente cuando a esas horas de la madrugada ocurre un accidente y surge la necesidad de “arreglar” los peritajes, arreglo del que se encarga el Comandante Jorge Osorno y por lo que cobra la módica cantidad de doce mil pesos.
Todo este dinero llega directamente al escritorio del director de la corporación, Jesús Morales Rodríguez.
El cobro de viáticos y las compras ficticias son también una importante fuente de recursos en la corporación.
De esa parte se encarga la contadora Aurora Tolama, Jefa del Departamento de Recursos Financieros quien opera una muy eficiente red de obtención de facturas y documentos fiscales que amparan movimientos que nunca se realizaron.
Para eso, los agentes de la corporación son obligados a firmar en blanco hojas de supuestas comisiones a las que nunca fueron asignados.
¿Cuánto ingresa por este concepto si consideramos el tamaño de la dependencia y el número de agentes que ahí labora?
Sí, son muchos los ceros, pero nadie quiere darse cuenta.
La primera entrega lo único que generó fue el mutismo y la negación por parte de varias instancias de gobierno estatal seguramente beneficiadas también por esta muy lucrativa red de corrupción que opera a nivel de lo más granado de la delincuencia organizada.
Viene más, mucho más y será interesante ver las respuestas cuando ya no haya ni pa´donde hacerse.
latempestad@statuspuebla.com.mx