1.-La poblana sociedad en sus orígenes es descrita maravillosamente por Paco Ignacio Taibo I en Fuga, Hierro y Fuego, nos ha contado que el sitio geográfico tenía unos ventorrillos, o tiendezuelas, donde los propietarios hacían recursos para mantener a sus familias.
Ante la carencia de un casco urbano que los protegiera y los volviera protectores, se auto-generó una cultura de la no anfitrionía y del contacto limitado con todos y cada uno de los que compraban algún producto o servicio de los que ellos expendían.
Las quejas durante las guerras de la República de la indiferencia con la cual los poblanos del siglo XIX y parte del XX veían las luchas sociales, e incluso algunas veces estaban del lado contrario al de los libertarios, realmente no tenían razón de ser, toda vez que sus casas e intimidades estaban cerradas a cualquier miembro de la ajenidad; y los poblanos con algún patrimonio estaban de lado del que garantizaba su seguridad económica y bienestar, y el vecindario carente de recursos patrimoniales militaba en el otro frente, situación que permeo, permea y permeará en cualquier lucha social hasta a sacerdotes y ministros religiosos.
2.- Desde esos días el propietario poblano adquirió la idea de no ir mas allá, hacia los horizontes lejanos toda vez que valoraba intensamente sus propiedades, su terruño, sus amistades, sus amores y desamores.
No encuentro otra formulación de ideas para justificar la no inversión en Latinoamérica, con énfasis en Centroamérica y especialmente ahora en la República de El Salvador, de los capitalistas poblanos productores de mercancías de calidad de primer mundo, cuando europeos y asiáticos (no solo China) expenden con éxito insumos traídos desde miles de kilómetros.
3.- Escribir sobre el petróleo nos obliga a especular y aprecisar lo que entendemos por crecimiento y desarrollo.
Partiendo del informe del señor Presidente de la República, tenemos producción petrolera sólamente para doce años más.
Naturalmente que él tiene la idea (manipuladora) y la vende, que ese es todo el petróleo que tenemos en México, cuando sólamente hemos explorado el doce por ciento del territorio nacional. Faltando por buscar con éxito o sin el, el ochenta y ocho por ciento del espacio físico restante, agregándole que la búsqueda y encuentro o desencuentro del oro negro ante-diluviano debe abarcar también los tres millones de kilómetros cuadrados de la plataforma continental.
Ahora bien, si solo tenemos petróleo para doce años ¿para que vender PEMEX al capital extranjero?; engañando a esos pobres compradores, ilusos capitalistas, los cuales seguramente no tienen estudios serios del caso y creén y hacen creer a los expertos en valores y portafolios de dinero del mundo entero que el oro negro mexicano es inagotable, arriesgándonos como pueblo serio y de gran respeto mundial e incluso interplanetario y galáctico a quedar como mentirosos o defraudadores ante la opinión pública mundial. JA JA JA.
Ante la posible entrega debidamente aprobada por el Congreso General, sólamente nos quedará la protesta pacífica en las calles para evitarla.
Hace quince o veinte años nuestra explotación petrolera (que no usufructo de la plataforma), producía lo mismo que Irán con 16 mil trabajadores y PEMEX lo hacía con mas de 80 mil.
Nadie en sus cinco sentidos y que lea un periódico editado en el D.F., ignora la brutal y anti-patriótica corrupción existente en todas y cada una de las secciones petroleras, pipas, plataformas, contratos, compra y venta de insumos y arrendamientos, de ahí que la lucha por el petróleo debe ser mas explicada, mejor concretada y en caso de lograr impedir esa transferencia al capital mundial, deberíamos concretar desde ahora los que vamos a estar en la calle las medidas cautelares para que PEMEX no siga siendo botín de privilegiados sindicalizados o de funcionarios altos y medios del gobierno federal.
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