04-12-2024 01:10:59 PM

No fluye la inversión extranjera

 

ENE 9 IED

Puebla acusa un flujo moderado de inversión extranjera, en su mayoría son reinversiones y no ha crecido significativamente en la última década. La llegada o no de recursos foráneos está en correlación con su nivel de competitividad, de transparencia, seguridad jurídica y la calidad de gobierno. Es decir, son pobres tales indicadores y alejan a los inversionistas.

El flujo de Inversión Extranjera Directa (IED) en Puebla apenas significa el 2 por ciento del total nacional desde 1996 hasta 2007, según datos oficiales. Es decir, se mueve en los rangos de 500 y 700 millones de dólares por año, pero que en poco más del 70 por ciento son únicamente para los sectores automotriz y de autopartes.

Los reportes del Foro Económico Mundial, de la Secretaría de Economía y el más reciente del Centro de Estudios de Finanzas Públicas del Congreso de la Unión, indican la baja en captura de IED en la entidad poblana, la cual se ubica en el lugar 28 de 32 en cuanto a competitividad.

Mientras a nivel mundial e incluso en el propio territorio nacional las inversiones se canalizan hacia el sector servicios seguido por el de manufactura, en Puebla los capitales foráneos se concentran precisamente en la industria, y muy lejanos están los recursos para el sector comercio y menos del 1 por ciento se canaliza a servicios.

Sí, Puebla sigue viviendo de la industria, pero de una industria que en su mayoría se instaló hace tres décadas –promedio- y que mantiene reinversiones programadas. En tanto que gran parte de las empresas foráneas que han llegado en los últimos 15 años, por ejemplo, son aquellas vinculadas con el sector automotriz. Esto es, son proveedoras de la ensambladora germana que opera en esta localidad desde hace cuatro décadas.

Si bien es cierto que a nivel nacional existe una tendencia a la baja en flujo de inversiones extranjeras ante lo atractivo que resultan otras economías emergentes, lo cual repercute en las 32 entidades de la república mexicana para captar tales recursos; también es cierto que aún así hay estados con mejores resultados en este tema y que mantienen una creciente llegada de capitales, tal es el caso de Baja California y Nuevo León con más de 11 mil millones de dólares cada uno.

Por ejemplo, el Financial Times realizó el año pasado una clasificación sobre las ciudades del futuro en Norteamérica, y de las ciudades mexicanas incluidas no figura Puebla (con todo y que está considerada entre las 10 principales economías del país).

Así entre las 30 ciudades del futuro, sólo figuran por el lado mexicano: Guadalajara, Distrito Federal, Ciudad Juárez, Querétaro, Nuevo Laredo y Colima, el resto son poblaciones de Estados Unidos y Canadá.

Los elementos que incluyó esa publicación especializada para elaborar su indicador están: potencial económico, costos, recursos humanos, calidad de vida, infraestructura, promoción de la inversión y el desarrollo, así como el ambiente de negocios.


La realidad vence al discurso
Los estudios especializados y las cifras del gobierno federal y del estatal contradicen todo discurso pronunciado por autoridades estatales de que trabajan en el “fomento a la inversión”, “en atraer inversión y generar empleos”.

La realidad es totalmente diferente.

Incluso, atraer inversión extranjera mejoraría el nivel de desarrollo socioeconómico de la entidad. Tal como lo afirman los especialistas de Bancomer, algunos beneficios que puede generar este tipo de capitales son: mayores niveles de producción, incremento en salarios reales y en la productividad manufacturera. Y ello no ha ocurrido en Puebla.

Tan sólo en la actual administración estatal (que lleva tres años) puede decirse que no se han concretado inversiones extranjeras. La inauguración de empresas que se registró durante 2005 y 2006, fueron de las que se gestionaron durante el gobierno anterior.

Con todo y lo que diga la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedeco) que en 2007 aumentó la inversión foránea en 1.99 por ciento, realmente el 80 por ciento fue producto de reinversiones en los sectores de autopartes, metalmecánico, químico y plástico.

Y la cifra de crecimiento es ínfima si se compara con lo captado por otras entidades del centro y norte de la república mexicana.

Aún más, la IED en Puebla durante 2007 sumó poco más de los 625 millones de dólares contra los 520 millones de 2006, sin embargo muy lejanos de los 661.3 millones captados en 2000 o incluso de los 726.3 millones registrados en 2001.

Cabe destacar que cuando se registra un disparo en el flujo de capital a los 700 millones de dólares, obedece a las inversiones que realiza la armadora alemana Volkswagen, como parte de sus planes de producción por los nuevos modelos. Tal como ocurrió en lo que va de esta década con la introducción de los modelos Jetta A4, Jetta A5 y el Variant.

 
No hay estrategia

Tal como lo refiere un estudio de BBVA- Bancomer elaborado recientemente por los economistas Eduardo Torres y Adolfo Albo, son varios los factores por los que se ha dado el cambio en el flujo de inversión hacia todo el país, pero también hay  particularidades en cada una de las regiones.

Con los resultados tanto a nivel nacional como en los estados, dicen los especialistas, “se vive de glorias pasadas” en materia de inversión extranjera”.

La ausencia de una estrategia de promoción de la inversión a nivel local,  disparidad en el desarrollo, además del nivel competitividad que reporta el estado son los elementos que obstaculizan la llegada de capitales foráneos y también nacionales.

Y ese es el caso de Puebla: se carece de una política industrial, de una estrategia para atraer inversiones, su  competitividad es bajísima, no existe transparencia ni seguridad jurídica y la calidad de gobierno no es muy buena que digamos.

Pero en ello también tiene que ver que sector privado que existe en el estado. En septiembre del año pasado el presidente del Consejo de Administración de BBVA-Bancomer, Héctor Raúl Domene dijo a esta reportera que la baja participación bancaria de Puebla a nivel nacional y el nivel de negocios tiene mucho que ver con el tipo de empresarios locales con los que se cuenta, la visión para hacer negocios y arriesgarse para modernizar y diversificar la inversión.

Con tales cartas de presentación por supuesto que no hay quien quiera animarse a hacer negocios en Puebla.

 

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