Por Alejandro Mondragón
Sonora fue este domingo el lugar donde el panismo derrotó al morenovallismo, en otra elección interna por la dirigencia local.
Su candidato, Adrián Espinoza, perdió frente a David Galván, carta del líder nacional del PAN, Ricardo Anaya. El tercer contendiente, Ernesto Munro, respondió más al interés del panismo local sonorense.
Espinoza no tendrá por qué quejarse, pues recibió efectivo, estructura y mapaches.
Las huellas del morenovallismo se quedaron en Sonora, pues los panistas sintieron en carne propia la guerra de lodo contra el anayista David Galván, a quien le tapizaron el estado de espectaculares con leyendas de “si quieres joder al PAN, vota x GALVAN”.
En víspera de la jornada interna se denunció la clonación de credenciales de elector, llamadas telefónicas sobre la suspensión de la elección, mensajes de whattsapp sobre violencia en los centros de votación.
Y los cholos que no hizo falta utilizar en Puebla, llegaron a Sonora a robarse urnas. La mayoría fue detenido. Se pretendió manipular el resultado con supuestas encuestas de salida, pero en el estado del norte del país no hay Tripack.
Sonora refleja mucho el estado de ánimo en el PAN, donde Ricardo Anaya y Moreno Valle han roto acuerdos por los tonos de las descalificaciones entre sus candidatos.
La suya será a madrazo limpio.
El próximo domingo volverán a medirse, ahora con la renovación del Comité Directivo Estatal de Campeche, donde el senador Jorge Luis Lavalle cuenta con el respaldo económico de Moreno Valle para ganarle a la anayista Yolanda Valladares.
El grupo morenovallista anda espiando a sus adversarios, pues el senador Javier Lozano exhibió un video donde se registran presuntos actos de corrupción.
Lozano denuncia dados cargados. De risa.
Con las reformas estatutarias, las dirigencias locales se eligen ahora con el voto directo de todos los militantes. Y decían que el dinero del góber de Puebla lo puede todo.
En Sonora no pudo. Está claro que Moreno Valle le tira a controlar todo lo más posible dentro del PAN para negociar internamente, cuando no salga de candidato o tenga que regresarse al PRI.