Por Jesús Manuel Hernández
Para nadie es despreciable la idea de que la elección presidencial de 2018 será el ancla del resto de las elecciones en los estados. Puebla no es ajena a esa circunstancia. Por tanto, los aspirantes a ser candidatos deberán, de alguna manera, estar en primera “línea” con el candidato presidencial, y en segunda, por encima de sus contrincantes en las preferencias electorales.
De ahí, que si tomamos como base la encuesta publicada por El Universal ayer martes, se puede conformar un primer escenario aldeano.
Han levantado la mano Zavala, Lastiri, Armenta y Dóger. Sólo los dos últimos estarían cercanos al ánimo de Osorio Chong, quien encabeza las preferencias por el PRI; los demás aparte de ser cartuchos de calibres en desuso, estarían atados a lo más viejo del PRI, al marinismo y a los intereses del grupo de Miguel Quirós Pérez.
En el PAN Margarita Zavala está muy por encima de Moreno Valle, con lo cual, cualquier aspirante identificado con el actual grupo en el poder, está descartado: Martha Erika, Aguilar Chedraui, Banck y por supuesto Javier Lozano, pueden ir pensando en otras cosas.
Salvo Eduardo Rivera Pérez, “el maestro”, no hay quien pueda anotarse en el grupo de confianza de Margarita en el ámbito local y con posibilidades de ser candidato.
Tiene, por desgracia para él y su partido, haber sido el segundo peor presidente municipal de la capital, por encima de Victoriano Álvarez, de no grata memoria. Aun así el “maestro Lalo” ha iniciado la contratación de asesores de imagen y comunicación política al más alto nivel, pensando en que puede regresar a Puebla.
Asombra en la encuesta el dato de que Margarita encabezaría las preferencias en caso de darse una alianza PAN y PRD, dejando a Miguel Ángel Mancera en un lejano segundo lugar.
Ahí se abriría un espacio en Puebla para ir con candidatos de alianza donde el PRD y el PAN sumen. ¿Por quien lo harían? Por el grupo de Luis Maldonado, por el de “Los Chuchos”, o por el de Roxana Luna? Difícilmente se vería a una cercano al morenovallismo jugar esa posición.
En el caso de MORENA, López Obrador no tiene competencia interna y por lo visto tampoco externa; Margarita Zavala es la más cercana competidora y el PRI no tiene ni candidato ni estructura para hacerle frente a Andrés Manuel.
Y este factor puede provocar en Puebla un colapso de las fuerzas políticas tradicionales. ¿Quién será el candidato de MORENA por Puebla en 2018? ¿Acaso un “lopezobradorista” puro, uno ajeno, de fuera, un expriísta, un independiente, un rebelde? ¿Habrá alguien que reúna todos los requisitos? Seguramente al menos hay tres en este momento, uno joven, uno de mediana edad y otro casi de la generación de López Obrador.
Lo que sí es seguro, es que ninguno tiene antecedentes con el panismo, y menos con el morenovallismo.
O por lo menos, así me lo contaron.