A días de cumplirse el 150 aniversario de la batalla de Puebla, activistas clausuraron simbólicamente las obras que el Gobierno del Estado lleva a cabo en los fuertes de Loreto y Guadalupe por el daño que, a su parecer, significan para el patrimonio histórico.
A la par descendientes de los Zacapoaxtlas reclamaron el que el Ejecutivo los haya excluido de los festejos de una batalla de la que son herederos.
Asegurando que “la historia no es patrimonio de un gobernador en turno” tanto organismos no gubernamentales como trabajadores de las secciones 3, 15 y 24 del Sindicato Nacional del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) acusaron a los tres órdenes de gobierno de ser cómplices en el deterioro de la imagen de la histórica zona.
El académico Francisco Cervantes expuso que el comité defensor del Patrimonio Histórico Cultural y Ambiental de Puebla se han sumado a la clausura por lo que colocaron los sellos morales mediante los cuales se reprueba la obra por infringir las normas mínimas históricas y legales del lugar.
“Compañeros del INAH comenzaron a denunciar esta situación y diversas delegaciones se han unido, por primera vez tres delegaciones han planteado una crítiica y reprobación absoluta de las modificacioens que están haciendo en la zona de los fuertes”, acotó.
Por su parte los grupos Zacapoaxtlas reclamaron ser discriminados por el gobierno asegurando que sólo los buscan cada 5 de mayo para desfilar con trajes que ni siquiera son los originales a cambio de un par de tortas frías.
“Existen documentos históricos que dan cuenta de la participación de nuestras comunidades indígenas en este hecho memorable para nuestra patria pero olvidadas hasta la actualidad por la historia oficial.
Es la oportunidad histórica para que cada comunidad exponga a la sociedad, pero sobre todo, hacer un llamado a las autoridades del estado para exigir de buena fe la resolución de nuestras necesidades y demandas históricas y sobre todo la reivindicación de la posición de nuestros descendientes”, sentenciaron.