Con la voz grave y el tono firme habló en Puebla el “hijo de su madre”; en su mensaje prometió no olvidar a los que como él, también son hijos.
Con pasión perfectamente ensayada y acompañado por el “góber precioso” Mario Marín Torres –acusado de encubrir pederastas- Enrique Peña Nieto habló de la necesidad de apoyar y cuidar a la niñez.
“La elección del primero de junio tiene que ver más allá de ganar la presidencia, tiene que ver con lo que queremos para nuestros hijos, la oportunidad para que el PRI de manera responsable le construya a los nuevos mexicanos, a los hijos de nuestras madres, un nuevo futuro promisorio y de mayor porvenir”, sentenció al tiempo de extender los brazos cual gaviota a punto de emprender el vuelo.
Cada frase del mesías del siglo XXl era acogida con fervor por los miles de asistentes que sobresalían por sus sombreros y sandalias, los mismos que – como es costumbre en la política de nueva generación- voluntariamente acuden a aclamar a los traídos desde el Olimpo sólo a cambio de una torta, una botella de agua, una nieve y un distintivo para su condecoración de niños exploradores.
La marabunta tricolor no se quedó atrás; ahora vestida de rojo lo aplaudía, lo vitoreaba… lo adoraba “¡Peña presidente!””¡Vamos a ganar!”.
Sólo Mario Marín con su chamarra negra de cuero desentonaba en el Mar Rojo que el ungido abrió para llegar a su trono. Tampoco gritaba, de hecho su semblante reflejaba una evidente incomodidad los minutos que estuvo sentado en el evento junto al coordinador de los diputados del PRI, José Luis Márquez y la dirigente municipal del partido Claudia Hernández.
Pero Marín no importaba en la ceremonia fabricada para inmortalizar a la esperanza priista como tampoco importaba el gesto adusto de Javier López Zavala quien ocasionalmente escribía en su celular.
En la realidad era poco el espacio que estaba libre para el descobijo al presidenciable que brillaba ante los presentes – un poco por el sudor que provocaba el exceso de calor humano en el templo del ritual y un poco por su luz propia de Superstar -.
El político mantuvo su pose de divo y explotó su sex-appeal entre las féminas poblanas a quienes piropeó al señalar “quiero saludar con alegría y con respeto a lo más hermoso que tiene Puebla, sus bellas mujeres”. Las mujeres no pudieron contener la emoción.
Peña Nieto en cada momento encontraba la oportunidad para subrayar que había que redefinir el rumbo de México y que él encabezaría ese sueño “esta es una elección con visión histórica y con responsabilidad social, hagamos de esta elección una nueva oportunidad para recuperar la esperanza para México hoy el PRI vive de acuerdo a distintas mediciones y encuestas que han aparecido en distintos medios, hoy en el PRI se cifra la nueva esperanza entre la mayoría de la sociedad mexicana”.
El recientemente criticado -principalmente en las redes sociales- por los “tropiezos” de su estrategia, aseguró que será víctima de ataques antes de la elección por lo que pidió a los militantes “no caer en provocaciones de sus adversarios y actuar con responsabilidad”.
No obstante embistió al enemigo, “se trata de que en esta elección realmente llevemos a México por el sendero de mayor progreso y de mayor desarrollo económico para generar los empleos, los millones de empleos, los dos millones 700 empleos que hoy millones de jóvenes, millones de jóvenes no tienen y eso les impide llevar un sustento digno a sus familias”.
El exgobernador del Estado de México se retiró cancelando la rueda de medios que se contemplaba posterior al evento hecho para su lucimiento bajo el nombre de “toma de protesta a la estructura territorial priista”. Fue imposible saber si el presidenciable ya tenía nuevos libros en su memoria que hubieran marcado su vida.
