-¿Si te diera este dinero saldrías con amigas y gastarías todo?-
– ¿Qué es eso, Doña?, no tengo amigas, ¡vivo en la Calle!
-Ajá! ¿Y no irías a las tiendas a gastarlo?-
-No entro en tiendas, no me dejan entrar en ellas!-
-Huumm!! No irías al salón a arreglarte?
-¡Señora, está loca? Ni sé como es un salón!-
– Huumm!! Bueno, no te voy a dar dinero, pero sube al carro que vas a comer conmigo y mi marido.
La mendiga pasmada le replica:
-Pero su marido va a ponerse furioso! No me baño desde hace tiempo, estoy inmunda y hedionda…!
– No importa, es mejor!! Quiero que él vea cómo se ponen las mujeres cuando: no salen con amigas, no van de compras, ni al salón; a ver si así deja de quejarse cuando yo lo hago-