Cultiva tus alimentos es un curso que se realiza periódicamente donde el Jardín botánico Universitario de la BUAP enseña a sembrar hortalizas y plantas aromáticas en una terraza, balcón o jardín particular, lo que resulta especialmente importante en la actualidad, ya que se requiere hacer rendir más el ingreso económico.
En casa se puede disponer de una fuente de alimentos naturales y frescos cultivados de forma orgánica, que estén al alcance de la mano cuando se requieran y con mejores propiedades alimenticias, afirmó la ingeniera agrónoma Peggy Groschupf, responsable los talleres.
Dirigido a público en general el curso se divide en dos partes, una teórica donde se enseña todo lo que tiene que ver con el cultivo de plantas, cuáles son las más adecuadas, los espacios que requieren, el ambiente, y qué hacer si se cultivan en macetas, suelo o jardineras.
La parte práctica se realiza en espacios del Jardín Botánico, donde los asistentes trabajan con el sustrato adecuado, tierra y semillas, aplicando las mejores técnicas de cultivo.
“Lo que se recomienda cultivar inicialmente es jitomate, verdura que se consume mucho en casa; éste se puede tener en una maceta y con buenos cuidados, riego y fertilizante natural, puede dar una buena cantidad de producto”, explicó.
También se pueden sembrar lechugas o chile, el último disponible todo el año, lo que es importante para muchas familias porque forma parte de su dieta “y al cultivarlos en casa ya no hay necesidad de ir por ellos a la tienda o al mercado continuamente”.
En el caso de las plantas aromáticas, está el perejil, romero o menta que son fáciles de cultivar y que se pueden tener en jardineras, macetones o pequeñas macetas, las cuales es posible colocar en algún lugar fresco dentro de la cocina.
“El tener plantas y hortalizas en casa permitirá que la familia coma alimentos frescos recién recolectados; también quedar bien con las visitas porque les podremos ofrecer lo que tenemos y enseñarles que aprendimos a cultivar de forma orgánica y a obtener productos con mejor sabor”, abundó la Especialista.
Esto también ayuda a la economía, ya que a la hora de sembrar se utiliza una cantidad mínima de semillas y tierra y si después se aprende a elaborar lombricomposta, se estará fertilizando de manera natural.