En una decisión enmarcada en la pugna política de aspirantes a la candidatura del PRI a la gubernatura fueron relevados de sus cargos tres legisladores de la Comisión Inspectora, con el argumento de que su presencia generaba un conflicto de interés en la revisión de las cuentas públicas. El diputado priísta Luis Alberto Arriaga fue uno de los propuestos para tal posición, pero alegó que sólo le falta “lavar coches”.
