-¡UN WHISKY, POR FAVOR! ¡UN WHISKY, POR FAVOR!-
Así varias veces, hasta que se cansa de saltar y, enojado porque nadie lo atendía, arrastra un banco hasta la barra, se encarama al tiempo que empieza a mentar madres porque nadie lo pela, llega a la barra y se da cuenta de que, del otro lado, hay otro enanito, con vaso en mano, brincando y gritando:
¿CON HIELO O SIN HIELO? ¿CON HIELO O SIN HIELO?.