Por Alejandro Mondragón
Como todo político pueblerino que es, Andrés Villegas, diputado local y presidente del Consejo de Morena en Puebla realiza dos estrategias.
La primera pagar 2 mil 500 pesos por entrevista a modo con medios. Varios periodistas comentaron a este reportero que no caerían a dicha bajeza.
La segunda es victimizarse de una campaña de difamación orquestada por el senador Ignacio Mier Velazco y el diputado federal, Ignacio Mier Bañuelos.
En el primer tema hay que dejar en claro que el hambre es cabrona, y cada quién se pone del lado que se le pega la gana, nada más que se vuelven cómplices del pillo.
En el segundo, Villegas se equivocó de Mier. Eso pasa cuando eres un político tarado que le cree a su “asesora”.
Y se preguntará por qué. Hay algo en política es la traición. Aliarte al enemigo para atacar y filtrar a medios.
El punto es que este pillo de Villegas jamás se ha deslindado del ejecutado “El Kalimba”, tampoco del atentado que sufrió en la avenida Juárez en Tecamachalco.
¿Negará que Mario Marín García le prestó dinero para su negocio farmacéutico, pero que jamás le devolvió; lo estafó?
¿Por qué en sus actos de campaña como diputado local siempre sentó en primera fila a Carlos Ramírez Valentin, “El Tamal”, heredero de “El Kalimba” e involucrado en la compra y venta de autos robados, la mayoría de lujo, así como en la comercialización de mercancía robada a empresarios de la región.
¿En sus entrevistas de 2 mil 500 le habrán preguntado esas luminarias de la comunicación de su cédula apófrica de Licenciado de Medicina de la UPAEP?
No existe. Es fake. La usaba para sacar balas a los maleantes de “El Kalimba”, a quien además le vendía armas.
Vamos a leer a partir de hoy todas las entrevistas de 2 mil 500 pesos para responder punto por punto. Ninguna insinuación toleraré.
Y mire que hay más temas: creperias, restaurante Magdalena y el robo que hizo Villegas con Julio Huerta al modelo de salud que autorizó Miguel Barbosa a Sergio Martínez de Medical Life, pero que ya se fusilaron para chingarse 26 millones de pesos.
Ahora ya abrió la primera clínica en Tecamachalco.
Las fotos y videos de las francachelas de Villegas con delincuentes, políticos y periodistas están de antología.
Conste que Andrés Villegas cruzó la línea con su servidor. Quién se ríe se lleva.
