Por Alejandro Mondragón
Una disputa a nivel nacional, entre organismos empresariales, pone en el ojo del huracán la elección del nuevo dirigente del CCE en Puebla.
Hay quienes afirman que Juan Pablo Cisneros trae el veto nacional del CCE, ante la presunta salida de la Concanaco del organismo cúpula del sector privado.
Incluso, su dirigente nacional, Octavio de la Torre ya declaró su respaldo a Cisneros.
Precisamente, la participación de De la Torre, como líder de la Concanaco Servytur, de cualquier acto oficial del CCE nacional, fue suspendida desde abril del 2025.
La razón principal fue el respaldo público de la Concanaco al diálogo y a la propuesta de reforma a la Ley del Infonavit impulsada por el gobierno de Claudia Sheinbaum. Esta postura generó desacuerdos internos en el CCE.
El Consejo Coordinador aclaró posteriormente que la suspensión aplicaba a la participación del presidente de la Concanaco, Octavio de la Torre, en las reuniones, pero que la confederación como organismo sigue siendo parte formal del CCE.
La Concanaco rechazó la suspensión, argumentando que su postura no buscaba dividir, sino promover el diálogo, y defendió la pluralidad de opiniones.
Incluso, solicitó la remoción del aún presidente del CCE, Francisco Cervantes, y anunció una “pausa” en su relación institucional con él.
Lo cierto, es que en el CCE no quieren que los estados se favorezcan los intereses de la Concanaco en las elecciones de dirigentes locales.
Se avecina, pues, una elección rasposa para suceder a Héctor Sánchez en el CCE de Puebla.
