14-07-2025 05:36:36 PM

Estampas de un feminismo “ejemplar”

Por Valentín Varillas

Rafael Moreno Valle gobernó siempre con un absoluto desprecio por la dignidad de sus colaboradores.

Nadie se salvó de sus desplantes, humillaciones y vejaciones.

Empezando por sus más cercanos, claro está, sin importar el género.

Amy Camacho Wardle, mujer valiosa, ejemplar, quien se desempeñó al inicio de ese sexenio como Secretaria de Sustentabilidad Ambiental y Ordenamiento Territorial, fue una de sus víctimas recurrentes.

El más escandaloso de los ejemplos fue un desaguisado público ocurrido apenas tres días antes de la inauguración de las obras emblemáticas de los festejos con motivo del 150 aniversario de la batalla del 5 de Mayo, en el hoy lejano 2012.

Decenas de testigos dieron cuenta en su momento de lo que sucedió.

Gritos cargados de insultos, groserías y descalificaciones, que fueron escalando en apenas segundos.

Un exceso, inclusive para quienes estaban ya acostumbrados a la patanería característica del jefe del ejecutivo estatal.

Los que ya veían como algo común el que les arrojaran celulares a la cara, o los bajaran de vehículos oficiales a cualquier hora en cualquier carretera poco transitadas de algún municipio al interior del estado.

La molestia del gobernador tuvo que ver con supuestas fallas y pendientes en las obras de construcción del Eco Parque y el Paseo Ribereño.

Según él, por este motivo se iban a empañar los festejos y los más de 3 mil 500 millones de pesos de recursos federales que Felipe Calderón le había obsequiado para su lucimiento personal.

No fue el único caso.

En una anterior visita presidencial, en los primeros días del gobierno “panista”, exactamente el 14 febrero de 2011, se vivió un episodio prácticamente idéntico.

Problemas en la logística y sobre todo, fallas en el cálculo del aforo en un evento realizado en el parque Flor del Bosque para echar a andar la Campaña Nacional contra Incendios, provocaron los primeros reclamos de Rafael.

Misma forma, tonos y ofensas.

La novel funcionaria, mujer independiente, exitosa, dueña de su propia empresa, entró en shock.

Evidentemente no estaba acostumbrada a semejante trato, por lo que presentó de inmediato su renuncia.

No se la aceptaron, ya que ésta iba a resultar letal para la imagen de una administración que llevaba apenas once días.

Fue entonces cuando entraron los mediadores, los negociadores que lograron que al final su salida del gabinete no se concretara.

Hay otros que aseguran que lo que realmente se utilizó como candado para mantener a Amy en el cargo, fue una permanente y no tan velada amenaza de una posible clausura del Parque Africam Safari, con cualquier pretexto.

En ese tiempo, desde el panismo militante, nadie habló de estas historias publicadas en su momento en dos entregas en este mismo espacio.

Mucho menos se atrevieron a emitir crítica alguna.

Silencio absoluto, cómplice, muy convenenciero.

Y es que, crecieron políticamente al amparo de un consumado violentador.

Sin él, no serían nada de lo que son hoy.

Muy congruente su sororidad.

Felicidades.

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