Por Alejandro Mondragón
Los mismos errores del pasado son cometidos hoy por el panismo poblano. No aprenden que el resultado será igual, si repiten el método que los llevó a la derrota.
La estructura que hoy encabeza Mario Riestra Piña se reparte el botín entre familiares y amigos.
Manolo Herrera es arropado para convertirlo en nuevo dirigente del PAN municipal en la capital del estado.
El mismo que perdió en la elección pasado, cuyos padrinos y madrinas que andan en cargada de selfies para redes sociales también fueron derrotados. Vergüenza deberían tener.
¿Qué mensaje envían entonces a los panistas?
Ya perdimos y volveremos a perder, ¿y qué?
Peeeeero eso de respaldar públicamente a Manolo Herrera para líder panista en la ciudad de Puebla parece más un acto de desesperación. De tratar de imponer en el imaginario colectivo que los amigos siguen unidos para repartirse cargos en el PAN, porque no será fácil imponerlo.
Ante la Comisión Permanente del Consejo Estatal del PAN han llegado impugnaciones de mujeres solicitando acciones afirmativas que garanticen la reserva de género femenino en la presidencia del Comité Directivo Municipal del PAN en la capital, próxima a celebrarse.
Seguro batearán la solicitud que entonces irá al CEN blanquiazul para que de pasarle lo mismo, entonces llegue a tribunales electorales.
El PAN tiene la gran oportunidad de mostrar un rostro diferente a sus militantes, pero siguen (sus dirigentes) con la máscara del nepotismo, amiguismo y doble juego político ante el poder.
